Nuevas filtraciones complican a La Calle Pou por el caso de espionaje a un sindicalista

Filtraciones

Un nuevo escándalo toca de cerca al presidente uruguayo, luego de la filtración de un chat que lo relaciona con el espionaje a un líder sindical. 

A poco menos de un mes de las elecciones primarias en Uruguay, el presidente Luis Lacalle Pou está en el ojo de la tormenta luego de la divulgación de un chat de WhatsApp que habría mantenido con su exjefe de Seguridad, Alejandro Astesiano, quien hoy se encuentra detenido, acusado de formar parte de una organización que fraguaba documentación para otorgar pasaportes a ciudadanos rusos.

Hace pocos días, el sitio La Diaria publicó que Lacalle Pou estuvo al tanto de una maniobra contra Marcelo Abdala, líder sindical y presidente del PIT-CNT (principal central sindical del país), de la que también formaría parte Astesano. 

En el chat Los chats divulgados el pasado jueves dan cuenta de que Astesiano pidió a autoridades policiales investigar un local comercial donde estuvo Abdala antes de protagonizar un accidente de tránsito en febrero de 2022, con la intención de averiguar si el sindicalista había ido a comprar drogas. 

Uruguay: En un tenso Congreso, el PIT-CNT eligió a Marcelo Abdala como presidente - Mundo Gremial

Marcelo Abdala, líder sindical.

Astesiano compartió un mensaje con Lacalle Pou que le había enviado al comisario de la Brigada Antidrogas de Montevideo, Rafael Alen, en el que decía: “Con la salvedad del caso, porque es un comercio, pero según el perfil de las personas que concurren se puede identificar la venta de sustancias estupefacientes, como también la clase de esta. Si son consumidores van a estar mal entrazados. Si es cocaína van a tener una presencia distinta. Sin lugar a dudas vamos a realizar las tareas de investigación atinentes a una boca de venta de estupefacientes, sin ningún tipo de excepcionalidad” a lo que el presidente le respondió: «Perfecto».

Esta conversación forma parte de una serie de chats publicados el pasado jueves por el portal La diaria, confirmado con fuentes de la investigación por el diario El País, y son parte del libro El caso Astesiano: una trama de espionaje y corrupción en la Torre Ejecutiva, del periodista Lucas Silva, que se publicó hace pocos días. 

El descargo del mandatario

Pocas horas después de hacerse pública la conversación, el presidente uruguayo habló sobre el tema y dijo que,«siempre recibe información» acerca de personas y temas que pudieran ser de trascendencia para el país. «La diferencia es que esa información no se usa, ni se usó», dijo, y criticó que a partir de una sola palabra se estuvieran realizando «elucubraciones».

El presidente uruguayo también manifestó que, «Es que bailar todo el tiempo con la música de quienes están filtrando información, información parcializada que debería estar de alguna forma reservada, ya nos tiene acalambradas las piernas».Al tiempo que cargó contra el uso electoral del hecho: «El que tenga algo para decir, cualquier ciudadano, cualquier persona o un partido político, hoy estuve leyendo declaraciones de muchos dirigentes políticos, lo mejor que pueden hacer es ir a la Justicia», y añadió que,. «Si realmente se cree que el presidente de la República actuó de manera ilícita: A la Justicia».

La reacción de la oposición 

El primer miembro de la oposición en salir a hablar del hecho en sus redes sociales fue el precandidato presidencial Yamandú Orsi, del Frente Amplio, quien declaró:, «Lo que se publica en dos medios hoy demuestra que, además de espionaje a senadores de la oposición, le quisieron inventar un caso al presidente del PIT-CNT. Fue Astesiano, desde la Residencia de Suárez (casa presidencial) y el presidente de la República estaba al tanto. ¿Habrá límites?».

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Yamandú Orsi, precandidato presidencial del Frente Amplio.

Quien también se pronunció al respecto fue el líder de la coalición de izquierda, Fernando Pereira, quien apuntó contra el mandatario uruguayo y dijo que, «El presidente no puede decir que no sabía. El presidente sabía que iban a ir a esa despensa porque pensaban que era una boca (de venta de drogas). Este chat le hace daño a la política, al presidente de la República».

Por su parte, el Secretariado Ejecutivo del Pit-Cnt mediante un comunicado, se mostró preocupado por las publicaciones que muestran un «eventual seguimiento ilegítimo» hacia Abdala, que de comprobarse sería  «un apartamiento del respeto por el Estado de derecho».

«La posibilidad de que un activista social sea objeto de pesquisas secretas desde la seguridad presidencial, presumiblemente destinadas a perjudicarlo y que estas estén en conocimiento del presidente de la república, debe ser analizada con mesura y responsabilidad, siendo imperativa la averiguación de la verdad», apuntó la central obrera.

Luego de conocerse los chats, la central obrera denunció «actos de espionaje» del gobierno ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).