El 5 de junio de 2013 un contratista de inteligencia que trabajaba para la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), le revelaba al mundo el sofisticado sistema con el que contaba esa agencia, que le permitía interceptar las comunicaciones y recolectar información de cualquier ciudadano del mundo.
Edward Snowden, filtró miles de archivos a la prensa de la NSA y la CIA que demostraban que los Estados Unidos y otras agencias, como el GCHQ británico, utilizaban su monumental aparato de inteligencia para hacer espionaje a nivel mundial y que nadie estaba a salvo.
La filtración que el contratista entregó a periodistas durante encuentros secretos en Hong Kong, daba cuenta de que luego de los atentados a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, las agencias norteamericanas y sus pares de otros países tenían acceso a la información de miles de millones de personas y armaban perfiles sin que pese sobre ellos ningún tipo de sospecha.
La vigilancia y espionaje se daba a través de internet y la intercepción de llamadas telefónicas,tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. No sólo se realizaba sobre personas comunes, sino también sobre oficinas diplomáticas y líderes mundiales, incluídos los propios aliados de la superpotencia, como la canciller alemana Angela Merkel
Luego de la revelación, James Clapper, entonces director de Inteligencia Nacional de EE.UU., confirmó que el gobierno había recogido secretamente millones de registros telefónicos, al tiempo que aseguraba que se respetaban los derechos civiles y la privacidad de los ciudadanos. Algo en principio contradictorio.
Sin embargo manifestó que la revelación al público de estos programas había causado un daño irreversible en la prevención de futuros ataques terroristas contra EE.UU.
El 6 de junio, el diario británico The Guardian, publicó una orden secreta de un tribunal que le exigía a la empresa de telecomunicaciones Verizon entregar todos sus datos telefónicos al FBI diariamente, durante un período de tres meses, haya o no sospechas sobre los autores de las llamadas. La orden también prohibía a la empresa revelar información sobre el pedido judicial.
El sistema PRISM
El sistema PRISM fue desarrollado en 2007 y usado por la NSA para interceptar correos electrónicos, videos, fotos, llamadas de voz e imagen, y toda actividad en las redes sociales. De este modo se podían obtener contraseñas y otros datos de usuarios contenidos por las principales empresas de internet de Estados Unidos, con y sin autorización de estas.
Las empresas mencionadas por los diarios que publicaron detalles del sistema incluían a Microsoft y su división Skype, Google y su división YouTube, Yahoo, Facebook, AOL, Apple y PalTalk entre otras.
La Oficina Central de Comunicación del Gobierno (GCHQ), una de las agencias de inteligencia británicas, según informó The Guardian estaba interviniendo los cables de fibra óptica de transporte de comunicaciones a nivel global con este mismo sistema y compartiendo esa información con la NSA.
Los cambios de paradigmas tras la filtración
La filtración de Snowden, no sólo desnudó el sistema de espionaje mundial encabezado por Estados Unidos, sino que también llevó a que se cambiaran leyes tanto en Europa como en el propio país en referencia a la protección de datos.
Pocos años después, la Unión Europea habilitó un Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), para limitar la posibilidad de que empresas estadounidenses como Google o Facebook colecten y hagan un uso libre de los datos de sus usuarios.
También obligó a la Casa Blanca a revertir ciertas actividades de espionaje y a cancelar algunos programas en ese sentido. En 2020 el programa de vigilancia de la NSA fue declarado ilegal por la Corte de Apelaciones de EE.UU.
El consejo de Assange y el exilio del filtrador
Tras las revelaciones y el sacudón internacional por las filtraciones, Edward Snowden se ocultó por un tiempo en Hong Kong y luego se exilió en Rusia, donde aún reside junto a su esposa estadounidense y sus hijos.
En 2017 el fundador de Wikileaks, Julian Assange, mientras estaba asilado en la embajada de Ecuador en Londres, le había recomendado a Snowden que busque asilo en América Latina, durante una entrevista a la CNN. «En los últimos 10 años, América Latina está avanzado con respecto a los derechos humanos y tiene una larga tradición de conceder asilo», había declarado el periodista australiano, al tiempo que lo calificó de “joven heróico”.
El exanalista de la NSA fue acusado en EE. UU. por el robo de propiedad del gobierno, comunicación no autorizada de información de defensa nacional y comunicación deliberada de inteligencia de comunicaciones clasificadas.
Por Guillermo Collini
Con información de la BBC, El País e Infobae.
