El pasado 11 de abril se cumplieron cinco años de la reclusión de Julian Assange en la cárcel de Belmarsh, en Reino Unido. El proceso judicial que se le sigue, según sus abogados, organismos de derechos humanos, la prensa internacional y quienes apoyan las causas por la libertad de prensa, está lleno de irregularidades.
En una entrevista que brindó a FL, poco tiempo antes de la última audiencia por la extradición del periodista australiano a Estados Unidos, Aitor Martínez abogado del equipo de defensa, nos relataba el derrotero de Assange y lo irregular del proceso judicial desde su detención por orden de la Justicia británica : «Cuando Julian Assange fue arrestado en 2019 en la embajada de Ecuador en Londres, simplemente pesaba contra él un cargo de intromisión en computadoras, cuya pena máxima es de cinco años, pero inmediatamente se activaron 17 cargos más, los cuales se encuentran bajo la Ley de Espionaje y ante los que no tuvo un tiempo razonable para preparar su defensa».
El abogado también señaló que la Justicia británica no la cuestión relacionada a su estado de salud: «Este delicado estado de salud psicológica y física que ya tenía cuando fue detenido, se agravó radicalmente al someterlo al régimen penitenciario de máxima seguridad, que lo mantuvo todavía más aislado».
Otra de las irregularidades, quizás una de las más graves entre tantas, según Martínez tiene relación con un supuesto intento de la CIA para asesinar al periodista. «La causa se investiga en España y hay varios testigos protegidos, ex trabajadores de la empresa de seguridad (que trabajaba en la embajada), que declararon que en algún momento se especuló con la posibilidad de envenenar a Julian o dejar la puerta abierta para que fuera secuestrado». Sobre ese punto, el tribunal no quiso «abordar en el proceso de extradición británico nada que tuviera que ver con la causa española».
El defensor de Assange también se refirió al espionaje al que fu sometido el fundador de WikiLeaks, durante los años que estuvo asilado en la Embajada y en ese sentido manifestó que, «En una reciente publicación por parte de varios periodistas norteamericanos para Yahoo News, se acreditó con varias fuentes de la CIA como el ex jefe de contrainteligencia, William Evanina, que efectivamente la central de inteligencia tenía acceso a lo que sucedía dentro de la embajada. Por lo tanto las reuniones que Julian con sus abogados tampoco habían estado protegidas por la confidencialidad que merece la relación abogado-cliente».
Lo que dejó la última audiencia por la extradición
Chip Gibbons, defensor de derechos humanos publicó un artículo luego del última audiencia por la extradición de Assange, en el que dejaba bien claro cual fue el resultado de la jornada: «El lunes 20 de mayo de 2024, el Tribunal Superior británico concedió a Julian Assange su primera victoria legal en cuatro años. El tribunal determinó que el fundador de WikiLeaks podía apelar su extradición a Estados Unidos basándose en que se le podrían negar los derechos de libre expresión y enfrentar discriminación si fuera juzgado allí. En el sistema del Reino Unido, se debe conceder permiso para apelar. Los tribunales se han negado anteriormente a conceder permiso a Assange para apelar sobre cuestiones clave».