En una entrevista exclusiva con FL, el periodista que publicó la filtración revela cómo obtuvo la planilla que probaría irregularidades en el manejo de fondos públicos, desatando mayor crisis política del gobierno de Javier Milei, en qué contexto se dio la filtración, cómo la corroboró y qué consecuencias tuvo.
Tras el escándalo desatado por la revelación de que el ministerio de Capítal Humano que dirige Sandra Pettovello en el gobierno de Milei acopiaba toneladas de alimentos en depósitos en medio de la crisis alimentaria, una explosiva filtración le echó sal a la herida al probar que los funcionarios de ese ministerio no solo serían ineficientes en su tarea sino también corruptos.
El periodista Mauro Federico publicó esta semana una planilla de Excel que obtuvo del ministerio, con nombres y abultadas sumas de dinero que escapan al control del Estado y que serían cajas de la política, incluido un grupo de amigos que pertenecen a un equipo de rugby. La filtración estalló una semana después de que Petovello quedara en el ojo de la tormenta tras revelaciones periodísticas que mostraron que su ministerio de retenía alimentos destinados a comedores comunitarios en medio de una crisis alimentaria agravada por las políticas de austeridad fiscal del gobierno de Milei.
En un Gobierno que dijo venía a combatir la corrupción, Pettovello no ha podido explicar el contenido de la planilla. Echó a veinte funcionarios de su ministerio, incluyendo a su exviceministro Pablo de la Torre, pero a pesar del fuerte respaldo de Milei a su ministra, a diario surgen nuevas acusaciones contra la cartera de Capital Humano y la mayor crisis política del actual gobierno argentino hasta ahora no parece tener fin.
Pablo de la Torre, exsecretario de Niñez y Familia, junto a Pettovello.
La trama comienza con un convenio firmado por el Ministerio y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), una entidad que según describe en su sitio web, es “el mayor organismo de cooperación multilateral entre países iberoamericanos de habla española y portuguesa”.
La OEI se dedica a trabajar junto a los gobiernos en diversos programas y proyectos, relacionados al desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura entre otros. Estos son financiados con recursos públicos y supervisados por el organismo, el cual contrata a los profesionales para su ejecución.
Mauro Federico detalló en su artículo, publicado el 26 de mayo, que tuvo acceso a una planilla Excel donde “hay una lista de profesionales que son contratados por la OEI para brindar servicios profesionales en proyectos de la cartera que dirige Pettovello.”
“Se trata de una lista donde se determinan los honorarios que facturan esas personas para cobrar sus sueldos, a través de un mecanismo de contabilidad muy poco usual para la administración pública. Este cuadro detalla que desde enero de 2024 hay 18 personas facturando honorarios del MCH por un mecanismo indirecto”.
Federico también descubrió que esas 18 personas, un grupo de amigos vinculados al equipo de rugby del colegio La Salle, ninguno tendría relación con el ministerio de Capital Humano.
La planilla del escándalo.
Luego de la publicación quien quedó expuesto fue Federico Fernández, director administrativo de la Secretaría de Niñez y Familia, que fue despedido por la ministra y denunciado ante la Oficina Anticorrupción. Las iniciales de “Fefe”, como se lo conoce, aparecen en el documento sugiriendo que sería el creador de la planilla que fue filtrada luego de ser guardada como una carpeta de acceso público. El archivo contiene los nombres de los 18 rugbiers que pertenecerían al círculo social de Fernández, según la investigación de Federico, junto a un registro de pagos irregulares por 120 millones de pesos.
Federico Fernández, el funcionario expulsado del ministerio tras la filtración del Excel.
Como consecuencia Pettovello echó a de la Torre, Secretario del área, por considerar, según trascendió en los medios, que De la Torre ingresó a muchas más personas en la cartera bajo la misma modalidad, aunque fue la propia ministra quien rubricó el convenio.
En esta entrevista Federico sugiere que la filtración provino de un fuente ministerial de planta permanente.
-¿Cómo llegó a tus manos la filtración?
-Tengo muchos años laburando en esto, entonces tengo muchas fuentes históricas que han trascendido los gobiernos y las gestiones. De hecho yo trabajé muchos años en la CTA, como parte del equipo de comunicación. La CTA tiene uno de los gremios más fuertes de los estatales que es ATE,. Yo tengo mucha gente conocida de ahí que trabaja en sectores estratégicos de diferentes ámbitos del Estado y confían en mí porque saben que soy uno de ellos. Porque sigo teniendo una ideología y una forma de mirar las cosas muy en defensa de todo lo que es público. Entonces me ven actuar en consecuencia hoy, en un presente distinto al que tenía hace 20 años, y me siguen bancando con información.
Con una de esas fuentes, hace como un mes y medio me junté a tomar un café y me dijo, ‘Mira tengo algo que me parece que es un escándalo’. El tipo me muestra la planilla y yo le digo, ‘no entiendo un carajo, ¿qué es esto?’ Entonces me explica toda la dinámica.
Le pregunto acerca de la veracidad y me dice que quien había empezado esto era tal persona, que ‘Es un Google Drive que está subido a la nube y nosotros, por el laburo que hacemos, tenemos posibilidad de acceder a estas cosas y nos bajamos todo el contenido, que tiene un montón de cosas’.
Yo justo me iba una semana de vacaciones a ver a mi hijo que vive en México y esto fue dos días antes. Entonces le digo: ‘cuando vuelva me siento a verlo. Bancame porque me interesa’.
Cuando vuelvo estalla el escándalo de los alimentos con la nota de Ari Lijalad, entonces el flaco me dice, ‘che es el momento ideal para darlo a esto’. Ahí me puse a reconstruir la historia y antes de salir a decir algo peinamos a los 18 personajes estos, (los rugbiers señalados en la planilla Exel del escándalo) y vimos la línea de responsabilidades junto con mi equipo.
Llamamos a 11 de los 18 y notamos una actitud muy evasiva de su parte. También llamamos a Federico Fernández, a Pablo de la Torre y, cuando teníamos todo cerrado, lo llamé a Fernando Szereszevsky, secretario y mano derecha de Pettovello, a quien conozco desde hace muchos años. Le digo ‘Mirá, yo tengo esta historia ¿tienen algo para decir’. Fernando me dijo: ‘yo no entiendo nada. Te voy a pasar con alguien que te puede explicar’.
Esa otra persona me dice, ‘no tengo la menor idea tampoco, voy a preguntar’ . Esto fue un jueves, yo le aviso que el viernes publicaba. Al día siguiente la respuesta fue ‘que estaba todo bien, que no había ningún inconveniente’. Se ve que no se dieron cuenta.
Publicamos algo el viernes, después yo publiqué la nota fuerte el domingo, y el lunes salimos en la tele con Jorge (Rial) a hacer ruido. A partir de ahí, claro, ahí se dieron cuenta del quilombo en el que estaban.
Mauro Federico, periodista.
-¿Cuál terminó siendo el grado de veracidad de la información que obtuviste?
-Mirá, esto fue el lunes y estalla. El miércoles me llama Fernando, el secretario de la ministra, y me dice ‘Sandra te quiere ver ‘. Bueno, la voy a ver y me dice que esto era efectivamente así y que, ‘la verdad que les agradecemos que hayan publicado esto porque nos permitieron entender algo que no comprendíamos’ . Esto es algo que en boca de cualquiera puede resultar absolutamente increíble, en boca de esta gente no me parece increíble porque no tienen ni idea de dónde están parados. Yo creo que está rodeada y contenida por gente que no tiene experiencia en el manejo de la cosa pública. Creen que todo se resuelve de una manera distinta a lo que en realidad es y entonces eso los lleva a cometer errores.
Si vos vas a pagar una coima o te vas a quedar con una guita irregular no vas a armar una planilla de Excel y subirla a la nube, eso es un absurdo. Es una estupidez, porque permite vulnerar fácilmente esa información a alguien que te quiera hacer daño.
-¿Según tu olfato, esa filtración se trató de un simple descuido, una interna en el Ministerio o de alguna mano de los servicios?
-Yo creo que ahí hay una interna. El sector de Pablo de la Torre tenía una misión muy clara, que era agarrar todos los sectores de la Secretaría e incluso ir copando otros del Ministerio, para hacer caja para la política. Lo hacen todos. Y Pettovello no entiende nada de esto, pero sí es responsable, primero por inepta. Segundo porque parte de esos convenios y los recursos que generaban de manera irregular, servían para pagarle a sus asesores legales, de prensa. O sea que, evidentemente si no lo sabes es más peligroso todavía, porque no eras consciente de algo que es tu responsabilidad ineludible, saber cómo se maneja el presupuesto de las cosas que emanan de tu firma.
Por Guillermo Collini
