Un fallo reciente Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil anuló la condena del empresario Marcelo Odebrecht, protagonista de la megacausa de corrupción conocida como “Lava Jato” en base a una filtración periodística de chats entre el juez Sergio Moro y el jefe de los fiscales de la causa, Deltan Dallagnol.
Esta decisión judicial en Brasil promete impactar de lleno en el proceso llevado a cabo en Perú, que también salpicó a importantes nombres de la política local. Es a la vez demostrativo de la evolución de la doctrina judicial, que hasta hace poco descartaba el uso de filtraciónes periodísticas, a lasnn que se categorizaba como meros hackeos ilegales.
La misma filtración ya había sido citada y usada por el STF en septiembre del año pasado para exculpar al actual presidente brasileño Lula da Silva, entonces candidato presidencial, de las condenas que había recibido por el caso Lava Jato y que le valieron 580 días de cárcel. Los chats filtrados revelaron una animosidad manifiesta del juez y el fiscal en contra de Lula, así como una connivencia de los magistrados incompatible con el derecho al debido proceso.
Marcelo Odebrecht.
A fines de mayo, el Tribunal Superior de Justicia de Brasil (STF) anuló los procesamientos del 13 Tribunal Federal de Curitiba contra el empresario Marcelo Odebrecht dentro del caso Lava Jato, tras considerar que los mismos derivaron de violaciones al debido proceso.
El ministro de la Corte, José Antonio Dias Toffoli declaró «la nulidad absoluta» de todos los actos judiciales contra el expresidente del gigante de la construcción, Odebrecht
En su decisión, el juez afirma que «ante el contenido de los frecuentes diálogos entre Moro y el fiscal de Lava Jato «específicamente» sobre el empresario y las empresas que presidía, «resulta clara la mezcla de la función de acusación con la de juzgar, erosionando las bases del proceso penal democrático», según publicó la Agencia Brasil. Esta decisión marca la connivencia entre la Fiscalía y el juez que lideraba el caso, Sergio Moro, ya que agrega que “los funcionarios que participaron en Lava Jato “ignoraron el debido proceso» con el fin de «garantizar sus objetivos personales y políticos».
En diálogo con FL Martín Soto, profesor de la Facultad de Derecho de la Pontificia del Perú (PUCP), se refirió al caso y a la decisión comunicada por el juez de la corte. , “El fundamento que anula la condena de Odebrecht se sustenta en la evidencia fruto de las interceptaciones entre el exJuez -y hoy senador- Sergio Moro y agentes de la fiscalía. Más allá de las miradas particulares que se pueda tener de los fundamentos del caso, es importante entender el papel que las filtraciones han cumplido en este proceso y que todavía cumplirán en los procesos futuros de judicialización de la megapolítica”.
Si bien la filtración publicada por el periodista Glen Greenwald en el sitio The Intercept-Brasil sirvió para desvelar las irregularidades y el abuso de poder que cometieron los magistrados del caso Lava Jato, al mismo tiempo debilitaron los fuertes indicios de corrupción que vinculan a la constructora brasileña con importantes funcionarios y líderes políticos en América Latina. Con respecto a la situación en Perú, donde la causa Odebrecht derivó en la detención de dos expresidentes y el suicidio de un tercero horas antes de declarar, admás del procesamiento de la principal líderesa de la oposición, el jurista peruano señala que el fallo de Dias Toffoli tendrá un efecto devastador.
“Si para la justicia brasileña las pruebas son ilícitas, estos efectos alcanzarían a los casos peruanos. Entonces, la anotación encontrada en el celular de Marcelo Odebrecht ‘aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita’ (aumenta Keiko a 500 y hacer visita», aparentemente en referencia a la excandidata presidencial Keiko Fujimori), perderá fuerza jurídica, pues al no tener condena Odebrecht, el delito fuente no existe y por tanto, aquel elemento que la fiscalía peruana había tomado como prueba se vuelve irrelevante. La decisión de la Corte brasileña impactará negativamente en los casos de Perú.”
Según Soto, para obtener resultados positivos en megacausas de corrupción habrá mejorar la gestión de los expedientes judiciales, evitando la politización y las maniobras ilegales que habría revelado la filtración Moroleaks.
“A más de nueve años de la trama Lava Jato, podemos decir que la judicialización de la megapolítica que supuso Odebrecht y las respuestas de la política jurisdiccional a los casos de gran corrupción han sido más bien escasas e insuficientes. Ello nos deja un cuestionamiento poderoso a las capacidades con las que las democracias y sus sistemas de justicia cuentan para procesar debida y oportunamente la complejidad de la corrupción, la mafia y la criminalidad organizada, lo que además supone entender mejorar la innovación, la gestión de datos, así como de informantes e informaciones.”
