Entrevistado por Carlos Polimeni, el periodista y editor de la sección Mundo de Página/12, Santiago O’Donnell, dio su mirada sobre las consecuencias negativas hacia la democracia y las libertades que están en juego en el juicio contra Julian Assange.
Santiago O´Donnell fue entrevistado en el programa La Tarde con Carlos Polimeni, donde habló sobre el caso de Julian Assange. El autor de ArgenLeaks se refirió a la libertad de expresión y el derecho a la información, sobre la situación del periodista australiano y las consecuencias de su encierro: “No me gusta involucrarme en muchos temas. Creo que el periodista está más para escuchar y reflejar la realidad. Uno no se podía quedar callado en los 70 con la dictadura y las violaciones a los derechos humanos, sin ánimos de comparar con lo que pasa ahora Assange, pero me parece que están en riesgo valores muy importantes como la libertad de expresión, el derecho a la información y los valores democráticos. Más en estos tiempos de democracias tan golpeadas y agonizantes, me parece que no me puedo quedar callado en un tema así”.
Cuando Polimeni le preguntó acerca de la desinformación planificada, O´Donnell se refirió a un artículo que escribió para Página/12 y Filtra Leaks titulado La batalla por Assange, donde habla de la batalla cultural, jurídica y política. “Creo que la batalla cultural es la madre de todas las batallas. Ahí me la agarro con dos ideas que ha impuesto el sistema hegemónico que quiere restringir la libertad de expresión. Esa idea de que Assange es un espía y de que robó información.
La idea de robar información no se puede robar, no tiene propiedad, se sabe o no se sabe, se accede o no. Nadie puede ser dueño de eso”. Uno puede ser dueño de una cuenta bancaria en un banco, pero no del número de cuenta».
El periodista hace hincapié en este punto y manifiesta que, “el acceso a la información tiene rango constitucional en la Argentina. El derecho a la privacidad choca con el derecho al acceso a la información. Hasta ahora cómo las cortes han decidido esto a mí personalmente me parece injusto, es como decir: ‘el que accede a la información, superando escollos legales e informáticos para acceder a ella es perseguido penalmente, pero el que la publica no’.
En el caso de Julian Assange, la que accedió a la información fue Chelsea Manning. La metieron presa, pagó, la perdonaron. Assange publicó. Publicar no es delito en ninguna parte del mundo. Entonces el Gobierno de Estados Unidos, con esto de la deformación de la realidad, creó la figura de que ’Assange, es miembro de un servicio de inteligencia hostil y parte de una asociación ilícita con Chelsea Manning para espiar’.
La diferencia entre un espía y un periodista es bastante evidente. Espiar es un acto privado. Vos accedés a una información, se la das a un gobierno o a una corporación a cambio de dinero o algún otro beneficio. En cambio ‘publicar’, la misma palabra lo dice, es un acto público y no tiene nada que ver con el espionaje.
Para mí, meter preso a alguien por acceder a información de interés público es una aberración”.
En ese sentido, el periodista profundizó sobre el caso del fundador de WikiLeaks y cargó contra sus acusadores, “Ahora, meter preso a un publicador no se hizo nunca. Es un gigantesco acto de censura por parte de una potencia mundial, como es Estados Unidos. Acá termina estando en juego el derecho de una potencia, país o corporación a decidir quién es periodista y quién no. ‘Vos sos periodista, podés publicar, Assange no es periodista y tiene que ir preso 170 años’. No le podemos dar ese poder a una potencia. Sobre todo en tiempos de redes, donde todos somos periodistas, porque todos publicamos. Nadie me va a decir que para ser periodista tenés que cobrar un sueldo, porque yo creo que el mejor periodismo se hace gratis”.
“Me parece que todos tenemos derecho a publicar, pero sobre todo a estar informados, porque si no circula la información es como que no circulan las personas y las democracias mueren. Si no tenemos la capacidad de obtener información de interés publico y distinguir entre publicar información de interés público y utilizar información privada para chantajear y cometer delitos, no vamos a ser nunca libres”.
La cuestión legal y las inconsistencias del caso Assange
Santiago O´Donnell se refiere a la cuestión legal y a las inconsistencias de la postura de Estados Unidos frente al caso de Julian Assange, en cuanto a su decisión de acusarlo de espionaje: “En Estados Unidos, Gran Bretaña y en prácticamente todas las democracias de occidente, el espionaje es considerado un delito político. Por algo cuando descubren a los espías los canjean, no los podés extraditar. Entonces lo están acusando a Assange de espionaje y la defensa dice, ‘No podés extraditar a mi cliente por un delito político”, manifiesta el periodista.
En cuanto a la posibilidad de que Assange sea juzgado en Estados Unidos, O´Donnell considera que no hay posibilidad de que tenga un juicio justo. En ese aspecto manifiesta que, “Si él va a Estados Unidos, lo va a juzgar un juicio por jurados en una superficie de 50 o 100 kilómetros cuadrados donde está la CIA, la sede central del FBI y el Consejo de Seguridad Nacional, donde el 80 0 90 por ciento de las personas que viven ahí tienen relación directa con el aparato de inteligencia y de seguridad nacional de Estados Unidos, por lo que seguro va a ser condenado.