Una filtración vincula a un reconocido youtuber animalista con tráfico ilegal de especies y maltrato animal  

Filtraciones

Frank Cuesta es un youtuber, ex tenista y animalista español. En las ultimas semanas fue nombrado en múltiples medios de comunicación debido a lo extraño de su caso. En un video de youtube- luego de que se filtren audios comprometedores que lo tienen como protagonista- debió confesar que en realidad no tiene cáncer (algo con lo que venia «luchando» públicamente) y tampoco salva animales.

Cuesta solía mostrar en sus redes sociales que trabajaba rescatando animales, pero en el video de la confesión explicó que en realidad los animales que tenía bajo su cuidado eran todos comprados y que actualmente se encuentra en libertad bajo fianza, tras ser detenido en Tailandia por posesión ilegal de especies protegidas.

Los audios filtrados

Todo proviene de la aparición de unos audios filtrados supuestamente por su nuevo enemigo mediático, su exmano derecha en el país asiático y examigo Luciano, alias Chi. Las grabaciones, que se han viralizado rápidamente a través de redes sociales, muestran a Cuesta haciendo declaraciones comprometedoras. En una de ellas, se le escucha hablar sobre la adquisición de suricatas para su santuario en términos más financieros que altruistas. “Acabo de pillar tres suricatas pequeñas y me las han dejado bastante baratas. Me han dado las tres por 30.000. Es una inversión porque hay que tener suricatas, que a la gente le gustan las putas suricatas”, afirma.

Unas palabras que han hecho saltar las alarmas entre sus seguidores y defensores del bienestar animal, ya que sugieren una motivación económica en lugar de una preocupación genuina por el cuidado de estas criaturas, como ha hecho pensar hasta ahora en sus redes sociales. No obstante, aún más controvertidos son otros fragmentos en los que Cuesta revela su intención de acabar con la vida de un gato y varios perros que, según él, habrían atacado a sus animales.

“Voy a hacer un mix de comida de gato con polvo de veneno, para que se lo coma el hijo de puta y reviente por dentro. Lo siento mucho, pero en lo que hay. Si tienes un gato, lo guardas en casa”, se le escucha decir con dureza. Y en otro momento, asegura que seguirá colocando veneno “hasta que mueran todos los putos perros. (…) Me los voy a cargar a todos, voy a seguir poniendo veneno hasta que mueran todos los perros de alrededor. Lo siento mucho por los perros, pero están matando a mis animales y yo tengo que cuidar de ello, así que al depredador malo, lo mato y se acabó”. Declaraciones que han generado indignación y preocupación, especialmente por provenir de alguien que ha construido su carrera sobre la imagen de protector de la fauna.

Estas afirmaciones podrían tener consecuencias más allá del plano ético. En Tailandia, país donde reside Cuesta y donde se encuentra su Santuario Libertad, la ley sobre bienestar animal vigente desde 2014 castiga expresamente el maltrato y envenenamiento de animales, con penas que pueden alcanzar hasta los dos años de cárcel y multas de hasta 40.000 baht (aproximadamente 1.000 euros). Por ahora, las autoridades aún no han emitido un pronunciamiento oficial, pero el escándalo crece.

Todo una gran mentira

Desde que comenzó su actividad en redes sociales, Frank Cuesta dio una multitud de entrevistas en las que ha hablado de su actividad en el santuario, de su exmujer o de temas políticos. Siempre mencionó que estudió la carrera de Veterinaria. A este respecto, el Colegio de Veterinarios de Tailandia declaró al medio El Mundo que Cuesta “nunca ha tenido una licencia profesional veterinaria” en ese país. Ahora, lo admite él mismo en un video subido a Youtube: “Ni soy veterinario, ni soy herpetólogo. Tengo conocimientos que no son básicos de animales, pero tampoco son conocimientos profesionales”.

“Quiero disculparme públicamente de Chi y asumo completamente la responsabilidad del hate que le cayó tras mi detención. He de decir, lo primero, que fui un personaje y poco a poco se me fue de las manos por un grave problema de mitomanía y ego” dijo el youtuber. Además aseguró: “asumo mi responsabilidad de haber engañado todos y pido disculpas públicas por haberme aprovechado de tanta gente”.

En 2019, Cuesta publicó un vídeo en redes sociales en el que se le veía sin pelo y más delgado. Sin decirlo directamente, deslizó que se debía a la recaída en un cáncer que había padecido en el pasado. Se trata de otra cuestión desmentida por él mismo en las últimas horas: “No tengo cáncer. Llevo años tratándome de una mielodisplasia (una enfermedad ósea que afecta a la sangre), pero no tengo cáncer”.

Con información de Infobae y El independiente.