El Gobierno británico ordenó una investigación pública sobre el asesinato del abogado norirlandés Pat Finucane, ocurrido en 1989 en Belfast, a manos de paramilitares unionistas (grupo que apoya a la corona británica), según anunció el 11 de septiembre en el Parlamento el ministro para Irlanda del Norte, Hilary Benn. La investigación tiene la finalidad de saber qué implicancias tuvo el gobierno británico de aquel entonces en el crimen.
Pat Finucane gozaba de gran popularidad en la década de los ochenta, por desafiar al Ejecutivo de Londres en casos relevantes vinculados con los derechos humanos.
Luego de su asesinato, las investigaciones determinaron que algunos elementos de las fuerzas de seguridad británicas conspiraron en el asesinato del letrado.
En 2010 WikiLeaks publicó una serie de cables filtrados de la embajada de Estados Unidos, donde un primer ministro irlandés hacía mención a la vinculación del Reino Unido con el homicidio.
Las filtraciones en torno al caso
Desde el sitio WikiLeaks se hicieron eco de la orden de investigar el asesinato del abogado, que en 1989 fue acribillado de 14 balazos mientras almorzaba con su esposa e hijos, y recordaron los hallazgos en relación a Finucane en el Cablegate, una colección de 251.1876 cables o comunicaciones entre el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas por todo el mundo.
WikiLeaks escribió una breve cronología de los hechos en torno a la filtración en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
“Diciembre de 2010: WikiLeaks publicó unos cables filtrados de la embajada de Estados Unidos que reforzaron las exigencias de la familia Finucane de que se realice una investigación. Las publicaciones revelaron que:
‘Bertie Ahern, primer ministro irlandés de 1997 a 2008, dijo a los diplomáticos estadounidenses que ‘todo el mundo sabe que el Reino Unido estuvo involucrado’ en el asesinato.
Los diplomáticos estadounidenses temían que ‘elementos del establishment legal y de seguridad’ en Gran Bretaña, más allá del MI5 (agencia de seguridad interior), estuvieran luchando duramente para resistirse a una investigación.
Brian Cowen, primer ministro irlandés en ese momento, advirtió que el hecho de no realizar una investigación podría ser un «factor decisivo».
Según el posteo de WikiLeaks, “el MI5 estaba dispuesto a entregar los archivos sobre el asesinato de Finucane”.
Su viuda, Geraldine, que resultó herida en ese episodio, y los tres hijos del matrimonio hicieron campaña durante décadas para que el Gobierno pusiera en marcha esta investigación pública a fin de establecer la magnitud de la implicación de las fuerzas de seguridad.
En rueda de prensa tras la noticia de la apertura de la investigación, Geraldine dijo que la familia nunca ha creído que el asesinato «fue simplemente el trabajo de pistoleros que lo asesinaron».
«No teníamos confianza en que las investigaciones policiales llevarían ante la justicia a los verdaderos responsables», afirmó la viuda, que admitió además que nunca estuvo conforme con las «revisiones privadas y limitadas» sobre el asesinato.