El exanalista de inteligencia de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), de la CIA, y quien en 2013 filtró a la prensa el mega sistema de espionaje que Estados Unidos utilizaba a nivel mundial, Edward Snowden, se refirió al ataque coordinado mediante explosiones de dispositivos de comunicación (o Beepers), que se dio en el Líbano y que tuvo como víctimas a supuestos miembros del grupo islamista Hezbolá.
Snowden, hoy exiliado en Rusia, se expresó a través de la red social X sobre el hecho y planteó su hipótesis sobre las explosiones. “A medida que se van conociendo las explosiones de los beepers en el Líbano, parece cada vez más probable que se trate de explosivos implantados, no de un ataque informático. ¿Por qué? Por demasiadas lesiones graves y constantes. Si se tratara de baterías sobrecalentadas, cabría esperar muchos más incendios y fallos de encendido menores”, dijo.
En un segundo posteo, el exanalista de inteligencia apuntó contra Israel por las explosiones que dejaron miles de heridos y al menos once muertos: “Lo que Israel acaba de hacer es, por *cualquier* método, imprudente. Hicieron estallar a un sinnúmero de personas que conducían (es decir, coches fuera de control), estaban de compras (sus hijos estaban en el cochecito detrás de él en la cola de la caja), etcétera. No se puede distinguir del terrorismo”.
En un tercer posteo, Snowden se mostró indignado por el precedente que esto plantea a la seguridad mundial. En ese sentido manifestó: “Si los iPhones salieran de la fábrica con explosivos en su interior, los medios de comunicación se darían cuenta mucho más rápido del terrible precedente que se ha establecido hoy. Nada puede justificarlo. Es un crimen. Un crimen. Y todo el mundo está menos seguro por ello”.
Las explosiones de los dispositivos
El martes, miles de dispositivos de rastreo o Beepers estallaron en Líbano dejando a 4 mil heridos y 11 muertos, que pertenecerían al grupo islamista Hesbolá, que se encuentra en conflicto con Israel.
El miércoles, una segunda ola de explosiones en walkies talkies dejó como saldo, según la información oficial, más de 20 víctimas fatales y 450 heridos.
El líder del grupo chiita Hezbolá, Hassan Nasrallah, calificó las explosiones coordinadas de dispositivos en todo el Líbano como una «masacre» y una «declaración de guerra» contra el pueblo libanés.En un discurso pronunciado este jueves, el número uno de la agrupación aseguró que Israel pretendía «deliberadamente» matar a miles de personas en cuestión de minutos. Añade que algunos de los ataques ocurrieron en hospitales, mercados, locales comerciales e incluso viviendas, además de vehículos particulares y vías públicas, donde se encuentran miles de civiles, incluidos mujeres y niños.
