Tres exasesores principales del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, fueron destituidos del Pentágono en medio de una investigación en curso sobre supuestas filtraciones de información de seguridad nacional, según reportó AP News. Los funcionarios afectados, Dan Caldwell, asesor de Hegseth; Colin Carroll, jefe de personal del subsecretario de Defensa Stephen Feinberg; y Darin Selnick, subjefe de personal de Hegseth, denunciaron en un comunicado conjunto en X lo que calificaron como “ataques infundados” contra su carácter por parte de funcionarios anónimos del Pentágono.
La investigación, iniciada el mes anterior tras reportes de que Elon Musk recibiría una sesión informativa clasificada sobre posibles planes de guerra con China, fue anunciada por el jefe de personal de Hegseth, Joe Kasper, quien advirtió que el personal del Departamento de Defensa podría enfrentar polígrafos. Aunque los detalles específicos de las filtraciones no han sido revelados públicamente, la investigación apunta a “divulgaciones no autorizadas de información sensible”, lo que ha generado una purga significativa dentro del círculo cercano de Hegseth, incluyendo la renuncia forzada del ex portavoz del Pentágono, John Ullyot.
La investigación, liderada por los brazos de inteligencia y aplicación de la ley del Pentágono, comenzó a finales de marzo de 2025 tras informes de prensa sobre la sesión informativa clasificada para Musk, lo que levantó preocupaciones sobre la seguridad de la información sensible.
Los tres asesores, inicialmente puestos en licencia administrativa, fueron escoltados fuera del Pentágono el 15 de abril, y sus accesos al edificio fueron suspendidos, según Politico y The Independent. En su declaración, Caldwell, Carroll y Selnick expresaron frustración por la falta de transparencia, afirmando que no se les informó qué se les investigaba, si la investigación seguía activa o si siquiera existía una investigación legítima sobre filtraciones.
Esta opacidad ha alimentado especulaciones sobre la validez de las acusaciones, especialmente dado el contexto de otros despidos de alto perfil en el Pentágono, incluyendo a oficiales militares de alto rango como el jefe del Estado Mayor Conjunto, general CQ Brown, y la jefa de Operaciones Navales, Lisa Franchetti. La falta de detalles específicos sobre las supuestas filtraciones sugiere que la investigación podría ser más una medida política que una respuesta a una amenaza concreta de seguridad.
La destitución de los asesores de Hegseth ocurre en un momento de alta tensión dentro del Pentágono, menos de 100 días después del inicio de la administración Trump, marcada por movimientos controvertidos como la purga de contenido relacionado con diversidad, equidad e inclusión, y el despido de oficiales militares clave. Este incidente se suma a un historial de manejo cuestionable de información sensible, como las filtraciones de documentos clasificados durante las administraciones de Biden y Trump, incluyendo los planos de la Casa Blanca expuestos en un caso separado.
La investigación de las filtraciones, que involucra la posibilidad de polígrafos y la salida de figuras clave como Joe Kasper, quien también está bajo revisión, refleja un ambiente de desconfianza y reorganización interna. Expertos señalan que la falta de claridad sobre las acusaciones podría socavar la credibilidad del proceso y exacerbar las tensiones dentro del Departamento de Defensa, especialmente en un contexto donde el Pentágono enfrenta críticas por decisiones políticas polarizantes.