Documentos y fuentes filtradas han revelado que el equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, está construyendo una extensa base de datos para rastrear inmigrantes en Estados Unidos, enfocada en acelerar deportaciones.
Según reportes de CNN y The Independent, publicados el 28 de abril, DOGE ha accedido a información sensible de múltiples agencias federales, incluyendo el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Servicio de Impuestos Internos (IRS) y la Administración del Seguro Social.
Esta base de datos, descrita como un “sistema maestro” en el DHS, recopila detalles como el estatus migratorio, números de Seguro Social e interacciones previas con el gobierno, lo que podría usarse para vigilar y deportar inmigrantes indocumentados.
Las filtraciones destacan que Palantir, una empresa de análisis de datos vinculada a aliados de Musk, está involucrada en la construcción de esta base, aprovechando su experiencia previa con datos de inmigración para investigaciones criminales. Estas acciones han generado preocupación por posibles violaciones a leyes de privacidad, desencadenando demandas de sindicatos y grupos de derechos de inmigrantes.
Las filtraciones también exponen cómo DOGE ha operado con opacidad, a pesar de que Musk promocionó inicialmente su misión como una reducción de costos y eliminación de desperdicio gubernamental. Según WIRED, el equipo de DOGE, compuesto principalmente por ingenieros jóvenes, muchos de ellos ex empleados de empresas de Musk, ha accedido a más de 300 tipos de datos, incluyendo referencias laborales y balances de préstamos estudiantiles, lo que sugiere un alcance mucho más amplio que el anunciado.
Informes del 25 de abril indican que un ejecutivo de orden de Trump del 20 de marzo facilitó el intercambio de datos entre agencias, eliminando barreras para que DOGE obtuviera información sensible. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo se usará esta base de datos ha alarmado a expertos y activistas, quienes advierten sobre el riesgo de vigilancia masiva y abusos.
Las críticas se intensifican por el hecho de que Musk, quien está reduciendo su rol en DOGE a partir de mayo, no ha rendido cuentas claras sobre estas iniciativas, dejando incertidumbre sobre el futuro de este sistema y su impacto en las comunidades inmigrantes.