Por Guillermo Collini-
Juan Passarelli es un periodista de investigación y cineasta guatemalteco, que tuvo por adelante la enorme tarea de llevar al cine, junto al multi premiado director Eugene Jarecki, el documental The Six Billion Dollar Man, que narra la vida y obra del periodista australiano y fundador del sitio de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange.
Passarelli ve con esta obra la culminación de un trabajo de muchos años en torno a la labor de su colega y amigo, quien cambió los paradigmas del periodismo al revelar, mediante la publicación de miles de documentos secretos filtrados, atroces crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos, perpetrados por Estados Unidos y otras potencias mundiales.
Luego de esas revelaciones, Assange pasó siete años asilado en la embajada de Ecuador en Londres y cinco años más en una prisión de máxima seguridad en Reino Unido, donde se llevaba adelante un juicio para extraditarlo a Estados Unidos para ser juzgado bajo la ley de espionaje de ese país. En ese lapso su salud física y mental estuvo en riesgo constante, mientras se tejían planes desde la CIA para acabar con su vida que finalmente no prosperaron.
En junio de 2024, el australiano fue liberado al llegar a un acuerdo con la Justicia norteamericana y se declaró culpable de un cargo de espionaje, evitando así su extradición y una posible condena de hasta 175 años de prisión. El propio Julian se refirió a esto ante el Consejo de Europa, meses después de su liberación: “Quiero ser totalmente claro. No soy libre hoy porque el sistema haya funcionado. Soy libre hoy porque, después de años de encarcelamiento, me declaré culpable de periodismo».
Passarelli en medio de la vorágine del día del estreno de la película, de la que es productor y pieza fundamental, tuvo la amabilidad de brindar una entrevista a Filtra Leaks desde Cannes.

Eugene Jareki (centro), Juan Passarelli (derecha), durante la ceremonia de los Globos de Oro.
Este necesario documental ya fue galardonado con un Globo de Oro y tuvo su estreno mundial este miércoles, nada más y nada menos que en el prestigioso Festival de Cannes. Allí Juan y Julian volvieron a encontrarse, como colegas, como activistas por los derechos humanos, pero sobre todo como amigos.

Assange junto a su esposa Stella en Cannes.
-¿Qué significó para vos la realización de esta película tanto en lo personal como en lo profesional?
-Para mí es la culminación de un trabajo de 15 años, que comenzó en el 2010 y que yo en ese momento no tenía idea de a dónde me iba a llevar. En la parte profesional, pues contento de que logremos contar esta historia como se debe contar, porque se ha contado mil veces y se ha contado mal. Se ha tergiversado, han habido mentiras de gente muy poderosa, de medios muy poderosos, y tenemos la oportunidad de rectificar esa historia y contarla como realmente pasó.
Desde el lado personal, no puedo estar más que absolutamente feliz de que Julian esté libre. Julian está libre y está aquí y he tenido la oportunidad ahorita en Cannes de sentarme a platicar como amigos de la vida, de ideas, de cosas. No de estrategias ni de ataques, ni de cómo respondemos, ni de qué hacemos. No, sólo sentarnos como dos viejos amigos a platicar sobre la vida, sobre lo que nos conlleva ahora el día a día, lo bueno, lo malo y lo cotidiano.
-¿Por qué el documental fue titulado The Six Billion Dollar Man?
-El título es porque esa es la cifra que el gobierno de Lenin Moreno recibió por colaborar con los Estados Unidos entregando la cabeza de Julian Assange, por sacarlo de la embajada -de Ecuador en Londres- y quitarle el asilo.
Ellos recibieron 6 mil millones de de dólares en préstamos del Fondo Monetario Internacional que les facilitaron los gringos.
-¿Con qué expectativas llegaste al festival de Cannes?
-Pues mira, mis expectativas iniciales ya fueron sobrepasadas. Primero con el premio Globo de Oro al Mejor Documental, que es el primero que se entrega en la historia de los Globo de Oro. En segundo lugar, con la gran recepción que tuvo el pre-screening que hubo para la prensa. No hemos oído más que muy buenos comentarios sobre la película.
Como yo lo veo, tanto este festival como el Globo de Oro son plataformas muy importantes para poder hacer visible el trabajo que hicimos nosotros, que al final de cuentas está totalmente dedicado al trabajo de WikiLeaks, al trabajo de Julian Assange. Está dedicado a tratar de exponer que la libertad de prensa está en riesgo, que nuestra libertad de expresión está en riesgo y que, por consiguiente, nuestras democracias están en riesgo. Ya Julian hizo su parte de la lucha, ahora nos toca a nosotros seguirlas.
Es una lucha que nunca termina, por mantener nuestras libertades y mantener los valores que hacen más preciadas estas democracias que tenemos en el occidente.
– ¿Qué representa para vos la figura y el trabajo de Julian?
-Para mí Julian es un colega, es un amigo. Es un periodista con principios inquebrantables, que muchas veces escogió revelar la verdad en detrimento propio. Y no una, muchas veces.
El trabajo de Julian todavía hoy es uno de los éxitos más grandes de la historia, en términos de periodismo. Julian Assange y el equipo de WikiLeaks cambiaron el mundo del periodismo. Cambiaron el mundo real, por ejemplo, con el cable que ayudó a terminar la guerra de Irak en 2011.
Básicamente el cable que reveló la masacre que llevó a cabo el ejército de Estados Unidos en la casa de un granjero Irakí. Allí asesinaron a toda la familia: cuatro adultos y seis niños, incluyendo un bebé de 7 meses. Los ataron de manos, los ejecutaron y después bombardearon su casa para eliminar las evidencias.
Cuando ese cable salió a la luz fue una controversia gigante en Irak y el primer ministro, al Maliki, mencionó ese cable como una de las razones más importantes por las cuales no le iban a renovar la inmunidad a los soldados estadounidenses, para que siguieran la guerra. Fue ahí que Obama, a finales del 2011, estuvo obligado a retirar las 50 000 tropas que todavía tenían en ese momento.
Entonces, el trabajo de WikiLeaks y de Julian para mí es algo que cambió el mundo de muchas formas y que todavía sigue cambiándolo.
-¿Cómo lo viste a Julian en este reencuentro?
-Te puedo reportar que está muy bien. La última vez que lo había visto fue en 2023 o principios del 2024, en la cárcel, y era otra persona después 13 años de no recibir el sol. Ahora está, bueno, no puedo decir que morenito, pero está bronceado. Está más bronceado que yo. Y ya su mente se ve que está tan clara como siempre.
-¿Consideras que el mundo entendió el valor del trabajo que llevó adelante y por el que estuvo tantos años privado de su libertad?
-Yo creo que el mundo, el público en general, entendió y tal vez por partes, porque es una historia muy compleja. Pero el público entendió lo importante de esas revelaciones cuando se vieron.
También creo que los estados, como Estados Unidos y Gran Bretaña, entendieron la importancia del trabajo de Julian y por eso fue que lo persiguieron por tantos años. Lo querían desaparecer del mapa porque él seguía y seguía exponiendo sus crímenes.
Ninguno de los criminales que Julian expuso por 14 años fueron investigados o llevados a la Justicia, pero sí llevaron a quien reveló y nos comunicó que esta gente estaba cometiendo crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, crímenes de las peores cosas que se pueden hacer de un ser humano a otro. Metieron preso al mensajero.
El documental cuenta con las declaraciones de filtrador de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EEUU) Edward Snowden; la amiga de Assange y víctima de espionaje dentro de la embajada ecuatoriana, Pamela Anderson; el expresidente de Ecuador Rafael Correa, quien le dio asilo político al periodista en 2012, y varios de los colaboradores de WikiLeaks, incluyendo a Stella Assange, abogada y esposa de Julian.
Fotos de portada y del interior de la nota, cortesía de Juan Passarelli.