A raíz de una investigación periodística, la plataforma Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), una de las principales organizaciones de periodismo de investigación y filtraciones a nivel mundial, negó una relación con el gobierno de Estados Unidos a través de sus donantes.
OCCRP, fundada en 2008 por Drew Sullivan y Paul Radu, con sede en varias ciudades y un equipo de aproximadamente 200 periodistas, ha realizado investigaciones significativas como Suisse Secrets, colaborando con medios destacados como The New York Times y The Guardian.
Según la investigación revelada por Il Fatto Quotidiano y otros medios, OCCRP recibió un financiamiento considerable, principalmente del Departamento de Estado y USAID, de al menos 47 millones de dólares desde 2008. Este apoyo ha incluido subvenciones específicas que permiten a las autoridades estadounidenses influir en la selección de personal clave, dice el artículo. Algunas de estas subvenciones han estado destinadas a investigaciones sobre países considerados enemigos de EE.UU., como Rusia y Venezuela.
La respuesta de OCCRP
A través de un comunicado, OCCRP defendió su independencia editorial y diijo que el articulo de del sitio italiano Il Fatto Quotidiano en colaboración con los periódicos digitales Mediapart (Francia), Drop Site News (Estados Unidos), Reporters United (Grecia) y la televisión estatal alemana NDR, distorsionaba los hechos.
A continuación la respuesta de OCCRP:
«Un artículo publicado hoy ha suscitado dudas sobre la financiación de OCCRP y da a entender claramente que estamos influidos por nuestros donantes. Esto es sencillamente erróneo. OCCRP no impone límites a su periodismo y ningún donante influye en nuestra labor periodística. El artículo, coescrito por un ex miembro descontento de nuestra red, no pudo citar ni un solo caso de inexactitud o influencia en nuestro trabajo y se basó en cambio en insinuaciones e implicancias. Como organización de medios financiada por donantes, OCCRP ha incorporado a su proceso editorial una serie de salvaguardas para garantizar que mantenemos nuestra independencia y que nuestros periodistas y centros miembros en todo el mundo pueden investigar las historias que consideran importantes y que vale la pena contar.
OCCRP tiene una larga trayectoria de exigir cuentas a las autoridades e insistir en la transparencia incluso en circunstancias difíciles, y siempre hemos sido abiertos con respecto a nuestros financiadores. Los enumeramos en nuestro sitio web, en nuestras auditorías publicadas, en nuestros informes anuales de los últimos 17 años y en nuestros formularios 990 del IRS, que todas las organizaciones sin fines de lucro con sede en los EE. UU. deben presentar. Todos estos documentos están disponibles públicamente.
Nuestros periodistas en todo el mundo trabajan tenazmente para informar sobre cuestiones que pocos otros están dispuestos o son capaces de abordar, en entornos que pueden ser extraordinariamente represivos. Nuestras historias provienen en su mayoría de organizaciones asociadas y, como resultado, hemos publicado cientos de investigaciones en países que rara vez reciben cobertura mediática internacional, y nuestro trabajo ha contribuido a la recuperación de más de 10 mil millones de dólares en fondos corruptos. Por encima de todo, nuestra misión es apoyar a esta red de periodistas, algunos de los cuales literalmente están arriesgando sus vidas para exponer la corrupción.
Si desea obtener más información sobre nuestras políticas editoriales en torno a las donaciones, aquí encontrará las respuestas a algunas preguntas frecuentes .»