El diario sueco Expressen reveló este miércoles que funcionarios del gobierno de Suecia han estado asegurando de antemano que todos los lugares frecuentados por la ministra de Igualdad de Género y Vida Laboral, Paulina Brandberg, estén libres de plátanos, debido a la fuerte fobia de la ministra a la fruta amarilla.
En varios correos electrónicos vistos por Expressen y descritos y citados en su informe, el personal de Brandberg pide específicamente que se retiren todos los plátanos antes de las visitas oficiales.
“Paulina Brandberg tiene una fuerte alergia a los plátanos, por lo que sería de agradecer que no hubiera plátanos en las zonas donde estará alojada”, se afirma en uno de los correos electrónicos del ministerio dirigidos a la Agencia Judicial Noruega antes de un almuerzo VIP, que tuvo una respuesta positiva.
«Es una especie de alergia, se podría decir», dijo Brandberg a Expressen el miércoles, y luego agregó: «Es algo para lo que recibo ayuda profesional» en un correo electrónico de seguimiento al medio de comunicación.
Otro correo electrónico filtrado del equipo de Brandberg enviado a una junta administrativa del condado decía que «no se permiten plátanos en las instalaciones».
En otra advertencia previa, su personal le dijo al presidente del Parlamento sueco, Andreas Norlén, que no debería haber “rastros de plátanos” en los espacios donde Brandberg estaría durante una reunión.
La propia ministra admitió tener fobia a los plátanos en varias publicaciones en X en 2020, que parecen haber sido eliminadas después de que se conociera la noticia esta semana.
“Tengo fobia a los plátanos”, escribió Brandberg en una publicación el 11 de septiembre de 2020, mientras que en otra del 6 de agosto de 2020 dijo que es la “fobia más loca del mundo”. La bananafobia no es una dolencia común y, por lo tanto, no está clasificada oficialmente; pero los miedos a los alimentos se clasifican como fobias específicas y aisladas, según la Clasificación Internacional de Enfermedades.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, dijo el jueves que el problema de Brandberg no había afectado al trabajo del gobierno.
“Tengo todo el respeto por las personas que tienen diferentes fobias”, dijo. “Me preocupa que un ministro que trabaja duro se reduzca casi a una fobia y la gente se burle de ello. Creo que uno debería ser demasiado bueno para eso”.
Con información de theguardian.com y politico.eu