Filtraciones revelan pagos secretos de UnitedHealth a hogares de ancianos para reducir traslados hospitalarios

Filtraciones

La mayor aseguradora de salud de Estados Unidos, UnitedHealth Group, ha estado pagando en secreto bonificaciones de miles de dólares a hogares de ancianos para reducir los traslados de residentes enfermos a hospitales. Este programa interno – parte de una serie de tácticas de recorte de costos con las que la compañía ahorró millones de dólares – en ocasiones habría puesto en riesgo la salud de los pacientes. La práctica formaba parte de un plan de UnitedHealth que ubicaba equipos médicos propios en los geriátricos para limitar gastos de atención, según reveló una investigación basada en filtraciones del diario The Guardian.

Esquema de bonificaciones y recortes de atención

Durante siete años, UnitedHealth ofreció a las residencias de ancianos diversos incentivos financieros para disuadir traslados hospitalarios. Pagaba bonificaciones denominadas “Premium Dividend” y “Shared Savings” que engrosaban los ingresos de los geriátricos que mantenían bajas las hospitalizaciones. Además, implementó un programa de “Quality and Shared Risk” (Calidad y Riesgo Compartido) que prometía recompensas aún mayores a los centros que redujeran significativamente el gasto médico de sus residentes, pero amenazaba con recortar pagos a aquellos que no lo lograran.

Un indicador clave obsesionaba a los directivos: las “admisiones por cada mil” residentes (APK, por sus siglas en inglés), es decir, la frecuencia con que un hogar enviaba pacientes al hospital. Si un geriátrico mantenía un APK bajo, calificaba para los bonos; en cambio, un APK alto significaba perderlos por completo. “El APK lo era todo” confesó The Guardian un exejecutivo nacional de UnitedHealth involucrado en la iniciativa, explicando que “se obtiene rentabilidad negando atención, y cuando la rentabilidad para los accionistas sufre, la gente hace cosas inapropiadas”.

Impacto en la atención de los residentes

Documentos internos filtrados muestran que este enfoque tuvo consecuencias para la salud de algunos ancianos. En varios casos, residentes que necesitaban ser hospitalizados de inmediato no fueron trasladados a tiempo debido a la intervención del personal de UnitedHealth. Al menos un paciente sufrió daño cerebral permanente por la demora en recibir atención de urgencia, según registros confidenciales de incidentes en un hogar de ancianos revisados por The Guardian. “Nadie investiga de verdad cuando un paciente sufre daño. Absolutamente nadie”, afirmó un enfermero practicante de UnitedHealth –filtrador que presentó una queja sobre el programa ante el Congreso–. “Estos incidentes se ocultan, minimizan, con la idea de: ‘Bueno, son frágiles y nadie vive para siempre’”, agregó, denunciando la falta de supervisión ante posibles perjuicios a los adultos mayores.

Filtraciones destapan el programa secreto

La existencia de este esquema salió a la luz gracias a filtraciones internas. La investigación de The Guardian se basó en miles de registros corporativos y médicos confidenciales obtenidos de fuentes dentro de la empresa, así como en entrevistas a más de 20 empleados actuales y retirados. Incluso dos empleados presentaron declaraciones formales ante el Congreso este mes –a través de la organización legal Whistleblower Aid– detallando las prácticas de UnitedHealth en los hogares de ancianos. Uno de los filtradores identificados es Maxwell Ollivant, ex enfermero practicante de UnitedHealth, quien en mayo presentó una declaración instando al gobierno federal a exigir responsabilidades a la compañía. En su primera aparición pública sobre el tema, Ollivant pidió a los legisladores asegurarse de que UnitedHealth “no escatime en la atención” y que los pacientes “no se inscriban en un servicio para no recibirlo cuando llegue el momento”.

La respuesta de UnitedHealth

UnitedHealth niega haber actuado mal. La empresa declaró que la insinuación de que su personal impidió traslados necesarios “es verificablemente falsa”, sosteniendo que sus pagos de bonificación ayudan a prevenir hospitalizaciones innecesarias –costosas y potencialmente peligrosas para los pacientes– y que sus alianzas con hogares de ancianos mejoran los resultados de salud de los residentes. La compañía afirma que estos incentivos solo premian la alta calidad de la atención y las iniciativas que conllevan mejoras en el cuidado brindado. UnitedHealth también subrayó que el Departamento de Justicia examinó estas acusaciones durante años, entrevistó testigos y revisó miles de documentos, para finalmente declinar tomar medidas –lo que, según la empresa, demuestra las inexactitudes de las denuncias y respalda la integridad de sus programas.

Este polémico esquema se enmarca en la lógica financiera de Medicare Advantage, la modalidad privatizada de Medicare. Bajo Medicare Advantage, aseguradoras como UnitedHealth reciben del gobierno federal una suma fija por cada afiliado de edad avanzada para cubrir sus gastos médicos; mientras menos gastan en atención, mayor es el beneficio que pueden retener como ganancia. UnitedHealth, líder en ese mercado, habría aprovechado este incentivo: al reducir hospitalizaciones costosas de sus afiliados en hogares de ancianos, la empresa ahorra parte de los fondos públicos recibidos y convierte esos ahorros en ganancias. La escala del programa de UnitedHealth en geriátricos es considerable: la compañía insertó sus equipos médicos en cerca de 2.000 hogares de ancianos de todo el país, que atienden a más de 55.000 residentes cubiertos por sus planes Medicare Advantage.

Investigaciones y consecuencias para la empresa

Las filtraciones llegan en un momento de intenso debate para UnitedHealth. El Departamento de Justicia de EE.UU. investiga desde 2024 al gigante asegurador por un posible fraude en Medicare, según reportó The Wall Street Journal. En el Congreso, el senador republicano Chuck Grassley lanzó una pesquisa paralela sobre los métodos de facturación de la compañía, exigiendo la entrega de registros de cumplimiento normativo. La noticia de estas indagaciones provocó un golpe financiero: las acciones de UnitedHealth se desplomaron 16,5% en una sola jornada, profundizando una caída que ya las tiene a la mitad de su valor a inicios de año. En medio de la turbulencia, la empresa anunció la renuncia de su director ejecutivo, Andrew Witty, quien dejará el cargo aduciendo motivos personales y que había reemplazado al exCEO Brian Thompson asesinado a tiros en Nueva York. También suspendió sus proyecciones financieras para 2025 debido a costos médicos más altos de lo previsto. Estas consecuencias reflejan la crisis de confianza que enfrenta UnitedHealth, ahora bajo la lupa de autoridades y reguladores por anteponer el ahorro de costos a la atención de algunos de sus miembros más vulnerables.