Una larga investigación con más de 1.500 mensajes filtrados de la plataforma WhatsApp expone una estrategia de ataque a la izquierda ecuatoriana, que incluyó el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido el 9 de agosto de 2023, 11 días antes de la primera vuelta electoral que ya dio como ganadora a Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana, liderado por Rafael Correa.
Aunque varios de estos mensajes ya habían sido filtrados meses atrás, ahora The Intercept, de Brasil, y Drop Site News, de Estados Unidos, revelaron todas las conversaciones de texto entre la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, y el exasambleísta ecuatoriano Ronny Aleaga.
El informe, titulado Mensajes filtrados revelan cómo un fiscal vinculado a EE.UU. está detrás del ataque a la izquierda en Ecuador, publicado el jueves, causó revuelo en las redes sociales del país andino, mientras los medios de comunicación de derecha guardaron silencio.
El informe señala que Estados Unidos invirtió enormes recursos en la investigación del asesinato del candidato: según los supuestos mensajes de Salazar, Villavicencio era informante del gobierno norteamericano. Y Salazar, que aparentemente estaba en estrecho contacto con el embajador de Washington en Quito, ayudó a moldear la narrativa pública de cómo el partido de izquierda (Revolución Ciudadana) era responsable del asesinato, una maniobra que evitó con éxito que los correístas regresaran al poder, acelerando dramáticamente la vertiginosa decadencia del Estado ecuatoriano.
En efecto, en agosto de 2023, tras ese crimen, se activaron miles de cuentas para responsabilizar a Correa. Algunas investigaciones indican que, en menos de tres horas, se emitieron más de 10 millones de mensajes con la frase Cinturón asesino.
En esos días, Verónica Sarauz, esposa de Villavicencio, publicó un mensaje desde la plataforma X con una acusación directa contra el expresidente ecuatoriano, y señaló a la misma fiscal Diana Salazar como responsable de la impunidad e inacción en la investigación. En ese contexto, se concluye que Salazar habría dilatado una investigación sobre narcotraficantes vinculados al expresidente derechista Guillermo Lasso, para perjudicar a candidatos de izquierda durante las elecciones de 2023.
Salazar admite aversión al partido RC
En una de las conversaciones de WhatsApp, admite que el gobierno de EEUU no quería que Revolución Ciudadana ganara las elecciones de 2023. «Quieren la cabeza de RC», (en referencia a Rafael Correa) escribió «Mama» (como lo llama Aleaga en los chats).
Los mensajes aseguran que Salazar sabía que un grupo criminal había sido responsable del asesinato de Villavicencio. Pese a ello, su despacho manejaba la teoría de que había sido orquestado por Correa y sus aliados. En esos mismos intercambios de textos, la fiscal ecuatoriana alega que el FBI borró información confidencial del teléfono de Villavicencio, durante la investigación del asesinato por parte de la agencia estadounidense, antes de entregar el contenido al despacho de Salazar, a lo que el Ministerio Público se refirió como fraude procesal.
En un video de 34 minutos, el sitio web Grayzone, que ha seguido de cerca la investigación del crimen, destaca también que los mensajes de Salazar son ahora objeto de una investigación por parte de sus propios compañeros. Además, se enfrenta a un juicio político por incumplimiento de funciones en la Asamblea Nacional.
También en mayo, un abogado de Florida que representa a un ecuatoriano implicado en una de las investigaciones de Salazar demandó al Comité Judicial de la Cámara de Representantes y al Departamento de Justicia porque los mensajes violan varias leyes federales de Estados Unidos.
El abogado recomendó a las autoridades estadounidenses incluir a Salazar en la lista negra para que se revele información seriamente sensible y confidencial sobre las agencias policiales de ese país.
Diálogos privados
The Intercept recuerda que Salazar afirmó que esta trama es un circo político que intenta contaminar una de sus investigaciones más importantes.
En marzo, cuando Aleaga comenzó a compartir los chats, Salazar dijo en X: «Me mantendré enfocado en lo importante, la desesperación no tiene límites. No desviarán nuestra atención.»
¿Cómo se produjo todo esto? Aleaga proporcionó a Drop Site conversaciones intercambiadas en una plataforma de mensajería privada y anónima que él mismo grabó y almacenó. Drop Site y The Intercept obtuvieron acceso a otros chats confidenciales de una investigación criminal independiente.