Por Guillermo Collini-
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, informó ayer en sus redes sociales que mantuvo una reunión en Roma, en el marco del funeral del papa Francisco, con el periodista australiano y fundador del sitio de filtraciones WikiLeaks.
El brasileño escribió sobre el encuentro en un posteo de la red social X: «El pasado viernes (25 de abril), recibí en Roma al periodista y programador Julian Assange. Conversamos sobre el compromiso del Papa Francisco con la causa de la libertad de expresión y la defensa de la democracia. Fue a partir de la audiencia concedida por el Papa a la esposa e hijos de Assange, en 2023, que la campaña por la liberación del periodista cobró nuevo impulso.»
Lula también hizo una apreciación sobre el estado de salud y la actualidad del periodista, luego de su larga estadía en la prisión británica de Belmarsh.
“Me alegró mucho constatar que Assange está bien de salud y reconstruyendo su vida familiar y profesional. Es un ejemplo para todos los que luchan por la libertad de prensa y los derechos humanos”, añadió el mandatario.
Lula y Assange recibieron en prisión el apoyo del papa Francisco
El mandatario brasileño estuvo en prisión 580 días, tras haber sido condenado en una causa por corrupción en 2018. Luego, el Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló la condena.
Lula siempre alegó que era víctima de un proceso político y que su encarcelamiento solamente buscaba impedir que se presentara a las elecciones de 2018, que llevaron a la presidencia a Jair Bolsonaro.
En 2019 una serie de chats filtrados y publicados por el portal The Intercept demostraron la parcialidad del juez Sergio Moro y el fiscal Deltan Dallagnol, que investigaban a Lula en el marco de la mega causa «Lavajato».
La filtración conocida como «Moroleaks» fue clave para que El Supremo Tribunal Federal aceptara un pedido de la defensa del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de anular las pruebas obtenidas. El tribunal determinó que su encarcelamiento fue «uno de los mayores errores judiciales en la historia del país».
Julian Assange, luego de estar siete años asilado en la embajada de Ecuador en Londres, pasó cinco años en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, por revelar crímenes de guerra de Estados Unidos y otras filtraciones.
El periodista recuperó su libertad en 2024, tras declararse culpable del delito de conspiración para obtener y revelar información de Defensa Nacional y evitó su extradición a Estados Unidos, donde su juzgamiento no contaría con las garantías constitucionales por ejercer el periodismo.
En su comparecencia ante el Consejo de Europa, poco tiempo después de su liberación, el australiano declaró.
“Quiero ser totalmente claro. No soy libre hoy porque el sistema haya funcionado. Soy libre hoy porque, después de años de encarcelamiento, me declaré culpable de periodismo. Me declaré culpable de buscar información de una fuente. Me declaré culpable de obtener información de una fuente. Y me declaré culpable de informar al público cuál era esa información. No me declaré culpable de nada más. Espero que mi testimonio de hoy sirva para poner de relieve las debilidades de las salvaguardas existentes y para ayudar a aquellos cuyos casos son menos visibles pero que son igualmente vulnerables.”
Tanto Lula como Assange, tuvieron el apoyo del recientemente fallecido papa Francisco cuando estuvieron injustamente detenidos.
