Corría el año 2023 y mientras Julian Assange, fundador del sitio de filtraciones WikiLeaks, se encontraba aún detenido en la prisión británica de máxima seguridad de Belmarsh, el papa Francisco recibía a su esposa Stella Moris (abogada y defensora de los derechos humanos), a los hijos de la pareja y a parte de su familia, quienes entonces reclamaban la liberación del periodista australiano encarcelado por revelar al mundo crímenes de guerra de Estados Unidos.
Si bien el recibimiento del sumo pontífice en el Vaticano se entendió como un gesto de apoyo al fundador de WikiLeaks y a su familia, los detalles de la audiencia nunca se hicieron públicos.
En 2021 el líder de la Iglesia Católica, quien falleció hoy, le envió una carta a Julian Assange cuando este se encontraba detenido en la cárcel británica, la cual fue recibida en su celda según había confirmado la propia Stella.
Aunque el contenido de la misiva no fue difundido, la esposa del periodista y punta de lanza en la campaña para su liberación se refirió al hecho en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
«Tras pasar una noche difícil, Julian se despertó el domingo de Ramos con un cálido mensaje personal de @pontifex” escribió Moris, y expresó su gratitud con los muchos católicos y otros cristianos que hicieron campaña por su libertad.
El calvario de Assange
Assange fue acusado de espionaje por Estados Unidos tras haber publicado documentos secretos (en 2010) sobre las guerras de Afganistán y de Irak. Esos documentos revelaron crímenes de guerra cometidos por la superpotencia.
El periodista fue privado de libertad durante 14 años, siendo encarcelado sus últimos años en la prisión de máxima seguridad londinense de Belmarsh, conocida como la ‘Guantánamo británica’ por su durísimo régimen penitenciario. El propio relator especial de la ONU, Nils Melzer, denunció que los derechos del fundador de WikiLeaks eran “violados sistemáticamente” y de que mostraba “todos los síntomas típicos de una exposición prolongada a la tortura psicológica”. “Mientras el Gobierno de Estados Unidos procesa a Assange por publicar información sobre graves violaciones de derechos humanos, como la tortura y el asesinato, los funcionarios responsables de estos crímenes continúan en situación de impunidad”, denunció Melzer en 2019.
Finalmente, en junio de 2024 el australiano quedó en libertad tras lograr un acuerdo con el Departamento de Justicia de la administración Biden que le permitiría evitar la cárcel en Estados Unidos a cambio de declararse culpable de la anacrónica Ley de Espionaje.

Stella Moris y Julian Assange.
En su última aparición pública ante el Consejo de Europa en octubre de 2024, el periodista hizo declaraciones respecto a la aceptación de culpabilidad ante la Justicia estadounidense que lo dejó en libertad
“Quiero ser totalmente claro. No soy libre hoy porque el sistema haya funcionado. Soy libre hoy porque, después de años de encarcelamiento, me declaré culpable de periodismo. Me declaré culpable de buscar información de una fuente. Me declaré culpable de obtener información de una fuente. Y me declaré culpable de informar al público cuál era esa información. No me declaré culpable de nada más. Espero que mi testimonio de hoy sirva para poner de relieve las debilidades de las salvaguardas existentes y para ayudar a aquellos cuyos casos son menos visibles pero que son igualmente vulnerables.”