El Ministerio del Interior británico está cometiendo un “grave error” al ignorar un pedido del Consejo de Europa para que revise su tratamiento a Julian Assange, advirtió la esposa del fundador de WikiLeaks.
La asamblea parlamentaria del Consejo, de la que es miembro el Reino Unido, aprobó una resolución a principios de este mes que designa a Assange como “preso político”.
William Assange pasó cinco años en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres, antes de ser liberado en junio y viajar a su natal Australia. El gobierno del Reino Unido lo había encarcelado mientras Estados Unidos llevaba a cabo un proceso de extradición en los tribunales británicos.
Su trato indignó al Consejo de Europa, creado después de la Segunda Guerra Mundial con el fuerte respaldo de Winston Churchill.
Su resolución instó a las autoridades del Reino Unido a realizar una revisión “con el fin de establecer si él [Assange] ha sido expuesto a tortura o tratos o penas inhumanos o degradantes, de conformidad con sus obligaciones internacionales”.
El informe concluyó que las autoridades del Reino Unido “no protegieron eficazmente la libertad de expresión y el derecho a la libertad del Sr. Assange, exponiéndolo a una prolongada detención en una prisión de alta seguridad a pesar de la naturaleza política de los cargos más severos contra él”.
Declassified UK preguntó al Ministerio del Interior británico cuál fue su respuesta al llamado del Consejo de Europa.
El departamento gubernamental evadió la pregunta y respondió: “La prolongada solicitud de extradición de Julian Assange ha sido resuelta. Como es práctica habitual, todas las solicitudes de extradición son consideradas de forma individual por nuestros tribunales independientes y de conformidad con la legislación del Reino Unido”.
Las exigencias de la asamblea parlamentaria no son vinculantes para los gobiernos europeos, pero éstos están “obligados a responder”.
‘Encubrir’
Stella Assange, esposa de Julian, dijo a Declassified que el Ministerio del Interior está cometiendo un “grave error” al negarse a atender el llamado del Consejo de Europa.
Ella dijo: “Sabemos que el Servicio de Fiscalía de la Corona ha desaparecido documentos clave relacionados con el encarcelamiento de Julian y se ha negado a proporcionar información, primero a un periodista y ahora al tribunal, que pudiera arrojar luz sobre el lado político de la persecución de Julian en el Reino Unido.
Una cosa es que elementos rebeldes de Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) se confabulen con gobiernos extranjeros para perseguir a un editor e intentar borrar sus huellas, y otra muy distinta es que el gobierno del Reino Unido obstaculice de esta manera a raíz de un informe independiente del Consejo de Europa y de una votación de la abrumadora mayoría de la cámara que pide al Reino Unido que lleve a cabo una investigación”.
Agregó: “El gobierno del Reino Unido está participando efectivamente en el encubrimiento, de una manera en que sólo lo haría una parte culpable”.
‘Tortura psicológica’
La detención de Assange en el centro de máxima seguridad de Belmarsh fue “desproporcionada en relación con su presunto delito”, concluyó la resolución del Consejo de Europa.
Recordó las conclusiones del entonces relator especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, Nils Melzer, de que Assange había estado expuesto a “formas progresivamente severas de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, cuyos efectos acumulativos sólo pueden describirse como tortura psicológica”.
El informe de Melzer , elaborado en 2019 mientras Assange había obtenido asilo en la embajada de Ecuador en Londres, pedía que se investigara a los funcionarios del Reino Unido por posible “conducta criminal” en su trato a Assange. Nunca fue publicado en los medios nacionales del Reino Unido.
El Consejo de Europa concluyó que las autoridades del Reino Unido “parecen haber ignorado” las conclusiones de Melzer.
La resolución fue aprobada con 88 votos a favor, 13 en contra y 20 abstenciones. Los cuatro miembros británicos de la asamblea parlamentaria votaron en contra, incluido Lord Richard Keen, un lord conservador, que expresó una opinión disidente.
Keen argumentó que era “legalmente incorrecto” concluir que Assange había sido detenido ilegalmente, ya que había violado las condiciones de la fianza anteriormente y se consideraba que existía riesgo de fuga.
Keen también rechazó la acusación de tortura contra el Reino Unido, diciendo que el “lamentable estado psicológico” de Assange identificado por Melzer se debía al “autoimpuesto y prolongado aislamiento de Assange en la embajada de Ecuador en Londres y no se puede atribuir a las autoridades del Reino Unido”.
‘Efecto escalofriante’
El Consejo de Europa concluyó que el trato dado a Assange “crea un peligroso efecto amedrentador y un clima de autocensura que afecta a todos los periodistas, editores y otras personas que informan sobre cuestiones esenciales para el funcionamiento de una sociedad democrática”.
Agregó: “Esto socava gravemente el papel de la prensa y la protección de los periodistas y denunciantes en todo el mundo”.
La resolución también señaló que el Consejo estaba “alarmado” por los informes de que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos había vigilado de forma encubierta a Assange mientras estaba en la embajada de Ecuador en Londres y supuestamente estaba desarrollando planes para envenenarlo o incluso asesinarlo en suelo británico.
Rebecca Vincent, directora de campañas de Reporteros sin Fronteras, dijo que la condena a 50 semanas de prisión impuesta a Julian Assange por los tribunales del Reino Unido por violar la fianza es “desproporcionada”.
Agregó: “Su posterior detención prolongada en una prisión de alta seguridad sin cargos en su contra en el Reino Unido, recluido únicamente en prisión preventiva, constituyó una grave violación de sus derechos”.
Vincent dijo: “Nos enfrentamos a restricciones inusuales por parte de las autoridades del Reino Unido al intentar hacer nuestro trabajo de defensa en este caso, incluidas dificultades extremas para asegurar un acceso constante para monitorear los procedimientos de extradición contra Assange en los tribunales del Reino Unido y el acceso para visitarlo en la prisión de Belmarsh. Todos estos aspectos merecen una revisión independiente seria”.
Crédito: Declassified UK.