Johnson & Johnson (J&J) enfrentó una de sus mayores crisis luego de revelarse que su clásico talco para bebés contenía amianto (asbesto), un mineral altamente cancerígeno. Informes filtrados por denunciantes e investigaciones periodísticas mostraron que la empresa sabía desde hacía décadas de la presencia de este contaminante en el producto, vinculado a casos de cáncer incluso en niños. Este escándalo desató demandas masivas y graves consecuencias financieras y legales para la corporación.
Filtraciones revelan amianto en el talco de J&J
En 2018, una investigación de Reuters sacó a la luz documentos internos que mostraban que el polvo para bebés de J&J a veces estaba contaminado con fibras de amianto, información que la empresa ocultó deliberadamente a los reguladores y al público. Según esos documentos confidenciales, desde 1971 hasta los años 2000 ejecutivos, médicos y abogados de J&J sabían que el talco daba positivo por asbesto en pequeñas cantidades, pero decidieron no revelarlo a las autoridades ni a los consumidores. De hecho, J&J no informó a la FDA que al menos tres pruebas de laboratorio (1972-1975) hallaron asbesto en el talco – en un caso en niveles “bastante altos”. La compañía, por su parte, siempre ha negado estos señalamientos y ha sostenido públicamente que “su talco es seguro, no contiene asbesto y no causa cáncer”, pese a la evidencia en contra.
El amianto (asbesto) es un conocido carcinógeno: la inhalación de sus diminutas fibras puede causar mesotelioma (un cáncer agresivo de la pleura) y cáncer de pulmón, entre otros. Que un producto destinado a bebés estuviera contaminado con amianto resultó alarmante. Las revelaciones de 2018 dieron fundamento a miles de denuncias de víctimas que sospechaban que el uso prolongado del talco les había provocado cáncer. Entre los casos documentados hay mujeres con cáncer de ovario –posiblemente por aplicación genital de polvos de talco contaminados– y personas afectadas por mesotelioma tras inhalar el producto. Por ejemplo, en 2023 un jurado de California falló a favor de Emory Hernandez, un joven de 24 años que desarrolló mesotelioma en el tejido que rodea su corazón tras usar desde niño el talco de J&J; la compañía fue condenada a pagarle 18,8 millones de dólares. Testimonios como este refuerzan el vínculo entre el talco con amianto y casos de cáncer en consumidores desde edades tempranas.
Consecuencias judiciales y económicas para la empresa
Las filtraciones y denuncias desataron una avalancha de acciones legales contra J&J. La compañía enfrenta actualmente decenas de miles de demandas de usuarios alegando que sus productos de talco causaron cáncer. Ya en 2022 J&J tenía unas 38.000 demandas relacionadas con el talco, cifra que siguió aumentando; para 2024 se reportaban más de 62.000 demandas pendientes, principalmente por casos de cáncer de ovario atribuidos al talco para bebé. Los juicios han resultado en veredictos millonarios contra la empresa. En un fallo emblemático de 2018, un jurado de Missouri ordenó a J&J pagar 4.700 millones de dólares a 22 mujeres y sus familias que padecieron cáncer de ovario tras años de usar el talco. (La indemnización luego fue reducida a US$ 2.100 millones en instancias de apelación, monto que J&J finalmente tuvo que desembolsar). En otro caso, en 2017, un jurado de Los Ángeles ya había condenado a la empresa a pagar US$ 417 millones a una mujer con cáncer terminal, al considerar que J&J no advirtió adecuadamente sobre los riesgos de su talco. Si bien J&J logró revertir o apelar algunos fallos, el costo legal se ha disparado.
Acorralada por los litigios, J&J emprendió maniobras para limitar su responsabilidad. La compañía creó filiales especiales y las declaró en bancarrota (estrategia conocida como «Texas two-step») para tratar de frenar los juicios y negociar un acuerdo global. Tras varios intentos fallidos, en 2024 J&J propuso un fondo de compensación de aproximadamente 6.500 millones de dólares para resolver la mayoría de las demandas actuales y futuras relacionadas al talco. Este acuerdo, sujeto a la aprobación de los demandantes y tribunales, busca cerrar definitivamente el capítulo de litigios por talco. No obstante, la empresa insiste en la seguridad de sus productos y continúa librando batallas legales en paralelo.
En el plano financiero y reputacional, el daño para J&J ha sido significativo. Cuando se hizo público el escándalo del amianto en 2018, las acciones de la compañía se desplomaron más de un 10% en un solo día, su peor caída bursátil en una década. La marca también sufrió un golpe a su imagen de fiabilidad, especialmente al tratarse de un producto para bebés que gozaba de la confianza de varias generaciones. Asimismo, J&J tomó medidas comerciales drásticas: en 2020 detuvo la venta de su talco para bebés en Estados Unidos y Canadá, y en 2023 anunció la retirada definitiva a nivel mundial de todos sus polvos de talco, sustituyéndolos por una versión a base de almidón de maíz. Esta decisión –oficialmente atribuida a una “disminución en la demanda”– ocurrió tras las crecientes acusaciones sobre el riesgo cancerígeno del talco. En total, entre costos legales, indemnizaciones y la pérdida de un producto emblemático, las consecuencias económicas para J&J se cuentan en miles de millones de dólares.
‘No More Tears’: un libro revela los oscuros secretos de J&J
Finalmente, las denuncias contra Johnson & Johnson han sido recogidas en una nueva publicación. El periodista de investigación Gardiner Harris –exreportero de The New York Times– lanzó recientemente el libro “No More Tears: The Dark Secrets of Johnson & Johnson” (traducible como “No más lágrimas: Los oscuros secretos de Johnson & Johnson”), que explora a fondo los escándalos de la compañía. La obra fue publicada el 8 de abril y expone cómo la combinación de codicia corporativa y regulaciones débiles pusieron en peligro al público consumidor. Harris detalla múltiples casos a lo largo de las décadas, comenzando precisamente por el icónico talco para bebés contaminado con amianto y abarcando otros productos farmacéuticos y médicos defectuosos. El libro ofrece una crónica profunda de cómo un conglomerado centenario, famoso por lemas como “No More Tears” (“No más lágrimas”) en sus productos infantiles, estuvo envuelto en repetidas prácticas irresponsables que derivaron en crisis de salud pública.
Fuentes: Reuters; Telemundo; El Sol (Miami); BBC News; El Diario NY; El Economista; The Washington Post; Penguin Random House.