El 16 de noviembre, Día Nacional de la Prensa en India, el Washington Post Press Freedom Partnership denunció un nuevo ataque contra la periodista Rana Ayyub.
Este día, que celebra la importancia de una prensa libre en la mayor democracia del mundo, contrasta con el creciente acoso que sufre Ayyub, quien ha visto filtrada su información personal, incluyendo documentos de identidad y su número de teléfono, así como la creación de contenido sexual no consensuado que explota su imagen.
La asociación, que se define como una iniciativa del Washington Post para defender a los periodistas, subrayó que «los periodistas deben poder informar sin temor a intimidación o acoso». Instaron al gobierno indio a garantizar la seguridad de Ayyub y de todos los periodistas en el país.
Ayyub, autora del libro «Gujarat Files», ha sido blanco de ataques por su trabajo investigativo sobre los disturbios de 2002 en Gujarat. Recientemente, una cuenta de extrema derecha en X (anteriormente Twitter) reveló su número de teléfono, lo que desencadenó una ola de acoso, con más de 200 llamadas y mensajes abusivos en una sola noche.
A pesar de haber presentado múltiples denuncias ante la policía, Ayyub no ha visto avances significativos en la protección de su seguridad. Su experiencia incluye interrogatorios por parte de funcionarios y la difusión de datos personales, lo que refleja un fracaso sistémico en la protección de los periodistas en India.
Los ataques a Ayyub no son aislados; su familia también ha sido objeto de agresiones. Ha denunciado la publicación de fotos de su sobrino manipuladas para difamarlo y el acoso a su sobrina, lo que evidencia un patrón de hostigamiento que busca silenciar su voz.
“En el pasado también se publicó una foto de mi sobrino y su imagen fue fusionada con la de Osama bin Laden, él sólo está en la escuela. Me quejé de eso y no ha pasado nada”, dijo Ayyub.
“Descargaron la foto de mi sobrina de 13 años de su cuenta de Instagram y la insultaron por ser una prostituta. Presenté una denuncia ante la policía de Delhi, pero no pasó nada. Hice una declaración ante el magistrado de policía de Delhi, cerraron el caso en dos años y no pasó nada”, dijo.
La periodista ha expresado su frustración por la inacción de las autoridades y las plataformas digitales, que no han respondido adecuadamente a sus quejas sobre violaciones a su privacidad. Ayyub ha enfrentado no solo el acoso digital, sino también el seguimiento y la intimidación física, lo que agrava su situación.
Finalmente, Ayyub enfatiza que su experiencia es un reflejo de la precariedad que enfrentan muchas mujeres periodistas en India. “Si me puede pasar a mí, le puede pasar a cualquiera”, concluye, subrayando la necesidad urgente de proteger los derechos de los periodistas y garantizar un entorno seguro para la libertad de expresión.
Lee la entrevista completa a Rana Ayyub
Twitter: x.com/RanaAyyub