Fundada en 1923 como una organización paramilitar sionista, Betar se ha convertido en un grupo de extrema derecha con una activa filial en Estados Unidos. Esta rama, conocida como Betar US, ha colaborado con la administración Trump en esfuerzos de deportación, señalando y hostigando a activistas pro-Palestina. Principalmente operativa en la ciudad de Nueva York, la organización ha sido captada en video —publicado y luego eliminado de su cuenta oficial en X— intentando provocar a voluntarios de la campaña para alcalde de Zohran Mamdani.
Esta investigación, la primera de la periodista independiente radicada en Nueva York, Talia Jane, junto al reportero Murtaza Hussain, revela los mecanismos secretos de un grupo de influyentes activistas pro-Israel afiliados a Betar
Chats secretos, amenazas y un historial de incitación al odio
Activistas de extrema derecha, incluidos miembros de Betar —grupo pro-Israel con antecedentes de violencia racista—, operan múltiples chats en WhatsApp para coordinar contraprotestas contra manifestaciones pro-Palestina y organizar posibles crímenes de odio contra musulmanes en Nueva York. Los registros de estos chats, compartidos por un miembro anónimo infiltrado en los grupos, evidencian una red de agitadores que planea enfrentamientos en las calles y provocaciones deliberadas.
Los mensajes incluyen planes para protestar frente a mezquitas, quemar ejemplares del Corán, y adquirir gas pimienta, punteros láser y otros objetos ilegales para utilizar contra manifestantes pro-Palestina. Algunos participantes dicen estar recopilando información de activistas para enviarla al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Una de las integrantes afirma ser cadete de la policía de Nueva York (NYPD) en su perfil de LinkedIn.
Aunque Betar US afirma tener un número considerable de miembros, su estructura interna y operaciones permanecen en gran parte en la sombra. Sus acciones públicas se centran en un pequeño grupo de provocadores que incitan al odio y a la violencia contra manifestantes pro-Palestina y la comunidad musulmana.
Delatoras, listas negras y vínculos con el poder
La influencia política del grupo también genera preocupación. Betar US ha colaborado con la administración Trump en la identificación de estudiantes pro-Palestina para su deportación y afirma haber proporcionado al parlamento israelí una lista de judíos estadounidenses críticos del Estado de Israel para prohibirles la entrada al país. Además, han ofrecido recompensas por activistas palestinos y se jactan de acosar mezquitas.
En los chats, los miembros operan con sus nombres y teléfonos reales, los cuales fueron verificados por el medio Drop Site antes de ser eliminados. Al enterarse de la filtración, los usuarios se instaron mutuamente a cambiar sus datos y borrar los mensajes.
Stephanie Benshimol, administradora del chat “United Zionists” que agrupa a miembros de Betar US, apareció en un video (ya eliminado) intentando provocar a voluntarios de Mamdani. En otro episodio, miembros como Andrew Zeidman y D’Anna Andrea Morgan —quien se identifica como cadete del NYPD— promovieron una protesta frente a una mezquita con expresiones islamofóbicas. Morgan incluso diseñó un volante para dicho evento, que luego fue compartido con el NYPD.

Captura de pantalla del “grupo de protesta Leones”, un chat grupal con miembros de Betar US que han estado planeando enfrentamientos callejeros.
Además de planear marchas, los chats revelan estrategias como crear cuentas falsas para suplantar activistas pro-Palestina, vigilar sus domicilios y simular provocaciones como quemar banderas o ejemplares del Corán. Algunos integrantes mostraron entusiasmo por estas acciones, mientras que otros expresaron reservas.
El grupo también discutió la adquisición de punteros láser para atacar la vista de los manifestantes. Aunque los chats no son explícitamente identificados como pertenecientes a Betar US, varios participantes se reconocen como miembros, como el publicista Ronn Torossian, quien ha sido arrestado por hostigar a estudiantes en apoyo a Palestina y fue expulsado del Congreso Sionista Mundial.

Captura de pantalla que ilustra las acciones planificadas por los organizadores de extrema derecha.

Captura de pantalla del chat grupal llamado “Sionistas Unidos” que planea protestas frente a una mezquita.
Betar, con una historia ligada al fascismo europeo, resurgió tras los ataques del 7 de octubre bajo el liderazgo de Torossian. El grupo ha celebrado en redes sociales la muerte de civiles palestinos, pidiendo “más sangre en Gaza”, y se jacta de sus vínculos con funcionarios israelíes como Gideon Sa’ar y Amichai Chikli. También han promovido legislación anti-BDS ante legisladores estadounidenses.