A 15 meses del asesinato del periodista, asambleísta y candidato presidencial de Ecuador Fernando Villavicencio, a a salida de un mitin en Quito se filtraron más de 9.000 chats que provendrían de su teléfono celular.
La divulgación de las conversaciones se hizo en dos frentes, por un lado, Priscila Schettini, candidata a asambleísta del correísmo, y Angélica Porras, postulante a la Corte Constitucional, expusieron los chats en un video, que incluye un link de acceso público.
Por otro, el medio digital La Posta realizó un programa en el que se presentaron algunos de los chats que el exasambleísta mantuvo con tres personas: la fiscal general del Estado, Diana Salazar; Christian Zurita, quien lo reemplazó como candidato presidencial tras su muerte; y Carlos Pareja Cordero, el supuesto financista de los medios de comunicación que manejaba Villavicencio, investigado por corrupción
¿Cómo se accedió a la información?
En un programa que duró más de dos horas, Andersson Boscán de La Posta, señaló que, tras el asesinato de Villavicencio su celular quedó en manos de su personal de seguridad, que lo entregó a un militar, este a su vez lo dejó con Cesar Gonzaga, actual candidato a la Asamblea, que se lo dio a Amanda Villavicencio, hija del exasambleísta, quien se lo dio a Christian Zurita.
Según Boscán, Zurita entregó la información del celular al FBI, pero previamente le sacó varias copias, una de estas la habría proporcionado a la Fiscalía del Ecuador, desde donde, de acuerdo con el periodista, se filtró la información.
Amanda Villavicencio, hija del exasambleísta, emitió un video en el que acusó a La Posta de dañar la memoria de su padre, de ocultar a los responsables de su asesinato y anticipó acciones legales. También afirmó que hay «mafiosos y mafiosas que quieren hacer campaña electoral ensuciando el nombre de mi padre, son de lo peor».
La cercanía con la fiscal
Según los chats difundidos por La Posta, Fernando Villavicencio era cercano a Diana Salazar, con quien supuestamente coordinaba sobre la investigación de los casos de corrupción, para que él, desde la Comisión de Fiscalización, y ella, desde la Fiscalía, no se choquen en los datos que se hacían públicos.
Además, Salazar habría ayudado a que la familia de Villavicencio solucione una denuncia que les impuso Santiago Cuest, exconsejero presidencial de Lenín Moreno.
Según los chats, Salazar y Villavicencio se consultaban mutuamente los casos; se pedían ayuda e incluso la fiscal le habría entregado documentos de procesos que estaban en indagación previa, lo cual es ilegal.
Previo a la publicación de La Posta, la Fiscalía, a través de un comunicado, confirmó que el celular del candidato asesinado se encuentra en manos del FBI y se anticipó a señalar que, cualquier información que se difunda sobre este tema es falsa.
Los cobros por las publicaciones
Tanto Villavicencio como Zurita, a través del portal Periodismo de Investigación, que manejaban juntos, habrían recibido financiamiento, por ejemplo, de Carlos Pareja Cordero, persona que fue investigada por haber recibido sobornos de Odebrecht y a la que se le ha señalada por manejar, extraoficialmente, algunas empresas públicas, como Petroecuador.
“Eran publicaciones pagadas, pero, además, no publicaban cuando les pagaban para que no publiquen, esto también pasaba; hay casos de corrupción sobre los que hablan en los chats, pero que nunca hicieron públicos”, señaló Boscán, quien expuso que Zurita habría recibido 200 mil dólares por no publicar un tema relacionado con Xavier Vera, exministro de Energía investigado por cohecho.
Verificación de que los chats son auténticos
Para confirmar la veracidad de los chats que se hicieron públicos en La Posta, el medio digital contrastó las conversaciones que sus propios periodistas habrían mantenido con Fernando Villavicencio, los cuales serían idénticos.
Además, entre los documentos filtrados se encuentra una conversación que Diana Salazar habría mantenido con Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), quien la habría corroborado; el diálogo se habría desarrollado durante las elecciones del 2023, en la que había dudas sobre si Guillermo Lasso o Yaku Pérez pasarían a la segunda vuelta; la fiscal habría amenazado con allanar las instalaciones del CNE.
Varios periodistas, de distintos medios, también han corroborado que las conversaciones que aparecen en los chats supuestamente filtrados realmente ocurrieron.
Crédito: El Mercurio.