Lujo, muerte y filtraciones: la ruta del fraude ruso que terminó en Dubái

Filtraciones

De Moscú a Dubái: una ruta marcada por el escándalo

En el corazón de Palm Jumeirah, uno de los desarrollos más lujosos de Dubái, se alzan los resorts Kempinski, conocidos por sus villas y departamentos multimillonarios. Pero detrás del mármol y las vistas al mar se esconde una historia de corrupción, muerte y filtraciones financieras que involucra a Dmitry Klyuev, el presunto cerebro detrás de un gigantesco fraude fiscal ruso.

Una inversión millonaria bajo sospecha

Según reveló la investigación Dubai Unlocked, la empresa Virginia Invest & Finance S.A., registrada en las Islas Vírgenes Británicas y propiedad de Klyuev, destinó al menos 15 millones de dólares entre 2007 y 2012 a la compra de siete propiedades en esos complejos hoteleros. Estas adquisiciones ocurrieron en paralelo al estallido del llamado Caso Magnitsky, la trama de corrupción que sacudió al Kremlin.

El origen de los fondos y las filtraciones

Aunque no existe una trazabilidad completa de los fondos utilizados, documentos financieros filtrados indican que Virginia Invest & Finance recibió millones de dólares de dos empresas señaladas por haber procesado dinero del fraude fiscal revelado por el abogado Sergei Magnitsky. Las fechas coinciden con las transferencias que permitieron adquirir los bienes raíces, lo que genera fuertes sospechas sobre el origen ilícito del dinero.

El precio de decir la verdad

Magnitsky fue arrestado en 2008 tras declarar ante fiscales rusos sobre el fraude, implicando a funcionarios del Ministerio del Interior y al propio Klyuev. Murió en prisión en 2009, tras ser golpeado y negársele atención médica. Ese mismo año, Klyuev compraba propiedades de lujo en Dubái, incluyendo una villa de 8,4 millones de dólares. El mismo día que el abogado presentó una queja ante la Corte Europea de Derechos Humanos, su empresa firmó la compra de varios inmuebles.

Transferencias estratégicas y más propiedades

En 2011, Klyuev transfirió la propiedad de Virginia Invest & Finance a Sergey Smorodin, un exfuncionario ruso y aparente testaferro. Bajo su dirección, la empresa compró otras dos propiedades en 2012 por más de 4 millones de dólares. Poco después, comenzó el proceso de liquidación, completado en 2016, tres meses después de que el Tesoro de EE.UU. sancionara a Klyuev por su rol en el fraude.

Más filtraciones revelan la estructura offshore

Los documentos de Cyprus Confidential —una filtración masiva de registros empresariales— confirman que Klyuev fue el único propietario de la empresa entre 2006 y 2011. También revelan el rol clave de consultoras como ConnectedSky en la gestión de la firma y en ocultar a los beneficiarios reales detrás de estructuras corporativas opacas.

Pérdidas que no parecen importar

Curiosamente, todas las propiedades compradas por la empresa terminaron vendiéndose con pérdidas millonarias o al mismo precio de compra. Para expertos en crimen financiero, esta práctica puede ser parte de una estrategia para «limpiar» dinero ilícito y obtener fondos con una apariencia legal, aun sacrificando valor de mercado.

Los cómplices sin castigo

Otros funcionarios involucrados en el fraude también invirtieron en los mismos resorts entre 2008 y 2010, sin enfrentar consecuencias judiciales. En cambio, en Rusia, solo dos delincuentes de bajo perfil fueron condenados, mientras que los verdaderos responsables, según EE.UU., siguen impunes.

Más propiedades, más dudas

Filtraciones adicionales muestran que otras empresas vinculadas a Klyuev, como Vicolo Corporation y Mander Holding & Finance Ltd, también recibieron fondos relacionados con el fraude y transfirieron al menos 6,2 millones de dólares a Virginia Invest & Finance. La cercanía temporal con las compras en Dubái alimenta las sospechas sobre una compleja red de lavado de dinero.

El legado de las filtraciones

La investigación Dubai Unlocked, junto a medios aliados del OCCRP, vuelve a poner el foco en cómo Dubái se ha convertido en un refugio para capitales ilícitos. Gracias a filtraciones corporativas y registros de transacciones inmobiliarias, se desnuda el modus operandi de una élite que, mientras denuncia persecuciones políticas o evade a la justicia, acumula propiedades en el Golfo con dinero de procedencia oscura.

 

Con información de occrp.org